Narrador omnisciente:
Se encontraban en clase de Defensa Contra Las Artes Oscuras, Amelia se encontraba sola en su mesa, en espera de qué o su mejor Amiga Alia llegara, o Remus, pero cada vez se hacia más tarde, y ninguno llegaba.
Así pasarón unos minutos hasta que Tom decidio comenzar su clase, explicando el tema de ese día, Amelia estaba sentada en la primer mesa, se encontraba escuchando muy atenta, cuando alguien se sento a su lado, irrumpiendo su tranquilidad.
Era Sirius.
Amelia rapidamente se pone de pie decidida a irse, pero este la toma del brazo para volver a sentarla.
—¿Qué parte de que no te me acerques no entiendes Sirius?—Pregunta ella ya cansada.
—Por favor cariño, solo dejame explicarte.
—Primero no me llames cariño, desde el primer momento en que por tu mente paso ser infiel deje de ser todo tuyo Sirius, y segundo, no necesito escuchar ninguna explicación tuya, quiero que te vayas.
—Es que no lo entiendes cariño, todo fue un error, soy un imbecil.
—Si, eres un imbecil, un desgraciado inmaduro que no supo valorar lo que tenía, tambien cometiste un error, es más, puedo segurarte que el peor error de tu vida, solamente en esas dos cosas concuerdo contigo, por que claro que entiendo que fue lo que paso Sirius, ¡Así que te agradezco que respetes mi maldito espacio personal y te largues de una buena vez!
Una presencia interrumpe la conversación, causando que la atención se vaya hacia el hombre que se encontraba de pie, observando de una mala manera a Sirius Black.
—Creo que la señorita Amelia le informo en varias ocasiones que no lo quiere cerca, entonces esperare a que por su propia voluntad decida levantarse e irse hacía su lugar correspondiente señor Black.—Habla Tom Riddle sin quitar su mirada azulada del chico.
—Este no es su maldito problema profesor, así que siga con su estupida clase e ignorenos.
La mandibula de Riddle se tensa, mientras sus ojos azules se llenan de rabia.
—Salgase de mi clase Black.
Sirius azota sus manos contra la mesa para ponerse de pie, causando que todas las miradas recargan en esa escena.
—Salgase de mi clase de una buena vez, no piesno repetirlo.—Habla de nuevo Tom, intentando disimular las ganas que tenia de estampar un puñetazo en el asqueroso rostro de Black.
Sirius se dispone a salir pero antes retrocede para observar a Amelia y sonreir.
—Esto no se quedara así linda, no pienso permitir que nuestra relación termine de esta manera.
Tom, ya cansado de la escena que estaba dando Black lo toma con fuerza del brazo para guiarlo fuera del aula.
—Le advierto señor Black, no lo quiero ver cerca de la señorita Amelia.—Le amenaza Riddle aún sosteniendolo de manera fuerte en su brazo.
—Ya le dije que ese no es su problema, metase en sus asuntos.
—Le aseguro que no querra llevarme la contraria, solo haga caso y alejese de ella.—Los ojos azules del hombre desafiaban con la mirada a Sirius.
Este al final solo opta por empujar a el pelinegro e irse por el pasillo, causando una sonrisa burlona en Tom.
Al volver a ingresar al aula sus ojos conectan con los azul cielo de Amelia, causando que automaticamente camine hacia donde ella.
—¿Se encuentra bien?—Pregunta el preocupado por la rubia.
Ella asiente para darle una pequeña sonrisa.
—Si, de verdad muchas gracias por su ayuda, sin usted aún estaria con el idiota de Sirius fastidiandome.
—No es nada Amelia.
El hombre se aleja para dedicarse a seguir con la clase, pero gracias al ingreso de alguien al Aula Tom no lo logra.
—Buenos dias profesor, disculpe la hora, al final de la clase le dare la excusa.—Habla Apresuradamente Remus Lupin para dirigirse a la mesa en la cual esta Amelia.
Tom suspira con cansancio.
—Hola Linda.—Saluda Remus a Amelia para depositar un pequeño beso en sus labios.
Amelia abre sus ojos sorprendida, tenia muy en claro su acuerdo, pero no esperaba tener que empezar con el desde tan pronto.
—Hola.—Saluda ella algo tensa.
Tom los observaba, y su mirada se oscurecio al ver el acto del castaño hacia Amelia, era más que leible que Amelia no queria ni esperaba ese maldito beso, y aún así, Lupin se tomo el atrevimiento de hacerlo.
El pelinegro intentaba concentrarse para poder dar su clase, pero la imagen del jodido beso se repetia una y otra vez en su mente.
¿Qué le pasaba?
Solo era una alumna, no tenia por que ponerse así
Este se pasa una mano por su cara, intentando borrar de su mente esa imagen.
El hombre se dedico a por lo menos, intentar terminar la clase bien, cosa que se le complico bastante teniendo que observar como la dulce sonrisa de Amelia aparecia cada que el chico Lupin le decia algo, o el como la tocaba y esta reaccionaba con un sonrojo.
El tambien queria hacer sonrojar a Amelia.
Queria ver aparecer esa sonrisa nerviosa en su rostro, o ese tipico jugueteo con sus manos cuando no sabia como responder.
Queria notar como Amelia tenia reacción ante sus actos.
Se le hizo eterno el terminar de la clase, cuando por fin llego no dudo en soltar un suspiro cansado, varios estudiantes salieron del aula, entre los que se encontraban aún guardando sus cosas estaba Amelia, y su dichoso acompañante.
Al dirigirse a Salir del aula Amelia le sonrie a Tom.
—Hasta luego profesor, nos vemos más tarde.—Se despide ella con una sonrisa.
—Mmm, cariño ¿Nos vemos más tarde? le explicare mi excusa al profesor Riddle.—Habla Lupin observando a Amelia.
Ella asiente.
—Esta bien, adios.—Dice ella para sonreirle.
—Espera.—El castaño la toma de la cintura para besarla.
Esta vez Amelia no se veia tan tensa.—Pero aún así, todavia no se acostumbraba.—Ella le da una pequeña sonrisa para despues irse.
Tom en realidad no le interesaba en lo más minimo la excusa de Remus, solo quería que el desapareciera de su campo de visión.
—Mire profesor, le explicare lo que sucedio, ¿Puede creer qué—Tom ni siquiera lo deja terminar de hablar.
—Mire señor Lupin, no me interesa lo que le sucedio, solamente le pido que no vuelva a llegar tarde a mi clase, porque en ese caso me tocara tomar otras medidas, ¿Bien?
El castaño asiente para abandonar el aula, Tom cierra los ojos frustrado, no entendia que le sucedia, pero tendia a reaccionar de esa manera cuando se trataba de Amelia, y eso era lo que le daba más impotencia, no poder controlarse.
A el siempre le gustaba llevar el control de todo.
Y siempre llevaba el control, le molestaba no poder hacerlo ahora.
...
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Entre Aulas
RomanceAmelia, una joven con un magnetismo especial hacia los problemas, despierta el interés del frío y serio profesor Tom Riddle. A pesar de su firme compostura, la enigmática personalidad de la rubia de ojos azules lo atrae de manera irresistible, desat...