Narrador omnisciente:
Amelia caminaba en dirección a la oficina de Tom mientras tarareaba una canción, tenia puestos sus audifonos.
Al tocar la puerta tiene que esperar unos segundos a que Tom la abra, al hacerlo, el hombre baja su mirada para poder darle un mejor escaneo visual a la chica, a el le gustaba mucho la manera de vestir de Amelia, era femenina y elegante.
Llevaba puesto una falda de jean y un corsert blanco, un abrigo algo largo a cuadros y unas botas negras, esta hacia que la chica se viera un poco más alta, pero apesar de esto se seguia viendo bastante pequeña al lado del hombre.
—Buenas tardes profesor.—Saluda ella para ingresar a la oficina.
—Buenas tarde Amelia.—Responde el para cerrar la puerta de la oficina e ir tras la chica.—Veo que se ha vuelto más puntal.
Amelia sonrie para asentir.
La oficina vuelve a quedar en silencio, Amelia vuelve a sacar el pañuelo ya lavado para empezar a limpiar los libros que le faltaban, esta seguia con sus audifonos puestos.
Amelia decide darle una mirada a su profesor, pero al hacerlo sus ojos se encuentran con los de el, dandose cuenta que esta ya la estaba observando, los ojos de la chica se abren para quitar la mirada lentamente.
Tom se pone de pie para acercarse a la rubia, ella no tenia ni la menor idea de por que pero todos sus bellos se ponen de punta, recorriendola un escalofrio, esta lo observa algo curiosa. La chica decide tomar la bolsa que habia dejado en el piso, en la cual segun ella "Traia lo más importante"
De esta saca una caja de cigarrillos y un encendedor, esta prende el cigarro para empezar a fumar, esta solo le alcanza a dar una calada cuando el hombre se lo quita de los labios dejandola algo anonada.
—Esta prohibido fumar.
Ella rueda sus ojos para asentir, pero el hombre hace algo que termina de dejar aún más anonada es que el se lleva el cigarro a los labios para darle una calada mientras se dirige hacia su escritorio.
—¡No es justo!—Dice ella para ir tras su profesor e intentar quitarle el cigarro.
El hombre lo levanta a lo cual a Amelia se le dificulta más poder recuperarlo.
La chica suspira cansada.
—Vayase al carajo.
Ella da la vuelta para caminar hacia la biblioteca.
—Que no se le olvide con quien esta hablando señorita.—La regaña el para volver a llevarse el cigarro a los labios.
Amelia se devuelve de manera rapida para lograr recuperarlo, al hacerlo esta le da una calada y la suelta justo en la cara del hombre.
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Entre Aulas
RomanceAmelia, una joven con un magnetismo especial hacia los problemas, despierta el interés del frío y serio profesor Tom Riddle. A pesar de su firme compostura, la enigmática personalidad de la rubia de ojos azules lo atrae de manera irresistible, desat...