Narrador omnisciente:
—Cualquier persona se pondria nerviosa estando acorralada, ¿No cree profesor?
—No mienta Amelia, no a mí.
Los ojos azul electrico de Tom no se despegaban del azul cielo de Amelia.
—No miento.
Una risa ronca sale del hombre, causando que todos los bellos de Amelia se pongan de punta, su respiración se queda atorada en su garganta mientras todo su cuerpo pedia ser tocado por su profesor.
Los labios de Amelia se abren levemente, para despues pasar su lengua sobre estos, provocando a Riddle, causando que la idea de besarse no se le ocurierra solo a ella.
La colonia del hombre invadia el olfato de Amelia gracias a la cercania.
Un toque en la puerta interrumpe la jodida tensión que invadia la habitación.
Una sonrisa ladina aparece en el rostro de Amelia, causando que el hombre haga mala cara; Y su genio termina de empeorar al ver quien era el que tocaba la puerta, el susodicho Remus Lupin.
—Hola, ¿Amelia esta ocupada?
—¿Que cree?—Le responde el pelinegro de mala manera.—Lamento tener que aclararle señor Lupin, Pero Amelia aca no esta jugando, entonces le agradeceria que aprecie los momentos que tiene junto a Amelia, por que aca no va a venir a buscarla.
Los ojos del castaño se abren sorprendidos.
—Disculpeme profesor, yo pense que no le molestaria el hecho de que...
—Me molesta que venga a interrumpir mientras ella este conmigo, ¿Entendido?
—Si señor. Pero...¿Podrias prestarmela tan solo un minuto?..Es algo importante.
—Pero claro que te la puedo prestar.—Habla con fingida emoción para despues mirar su reloj.—Exactamente despues de una hora y treinte minutos, ¡Aca te esperare! Sin más, adios.
Tom le cierra la puerta en la cara a Remus, dejando a Amelia totalmente furiosa.
—No tenia necesidad de ser tan grosero.—Le reprocha ella.
—Son distracciones.
Amelia rueda sus ojos cansada.
—Puede dedicarse a estudiar, a menos de que quiera que le ponga más trabajo que hacer.
Amelia esta por responder cuando de nuevo, unos toques en la puerta interrumpen; Tom suspira fuertemente para dirigirse hacia la puerta, al abrirla sus manos se vuelven puños.
—¿Qué hace aquí señor Black?
Al escuchar ese apellido Amelia se tensa, y Tom lo nota, haciendo que su rabia crezca.
¿Por qué todos la buscaban precisamente ahora?
Amelia camina rapidamente para ser esta la que cierra la puerta en la cara del chico.
—Vete a la mierda, maldito hijo de puta.
Una de las comisuras de Tom intenta subir al ver la reacción de la chica, le gustaba verla perder la compostura.
—Estudiare, expliqueme lo quiera, cualquier cosa...Solo...No quieor aburrirme.
El asiente para despues tomar unos libros y colocarlos sobre el escritorio, despues saca unos pergaminos y plumas, Amelia lo observaba con atención, le gustaba ver a Tom.
—Perfecto señorita, entonces le explicare algunos temas, que espero sean de su agrado.
Amelia observaba a Tom mientras este le explicaba de temas sin parar, Tom no era un tipo muy hablador, pero cuando se trataba de un tema que lo apasionaba, este cambiaba totalmente.
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Entre Aulas
RomanceAmelia, una joven con un magnetismo especial hacia los problemas, despierta el interés del frío y serio profesor Tom Riddle. A pesar de su firme compostura, la enigmática personalidad de la rubia de ojos azules lo atrae de manera irresistible, desat...