La Maestro del Avatar

11. Esperando el Amor

Bolin ayudó a Pema a preparar comida para todos los maestros aire y acólitos de la isla, era un gran trabajo y le asombraba la habilidad de Pema para manejar todo, mas un escuadrón de revoltosos niños con Aire Control.

Pema revolvía una enorme olla de sopa vegetariana que se había estado cociendo lentamente durante casi veinticuatro horas, y junto a ella un montones de fideos.

Mientras tanto, Bolin hacía bolitas de arroz dulce con tofu y las metía al horno, las bandejas de bollos ya fríos estaban listas, las sirvió como aperitivos de la famosa sopa de fideos de Pema.

Los maestros y acólitos se sentaron en el comedor, charlando y riendo en sus pequeños grupos. Este estilo de vida se había convertido más o menos en una rutina: la mitad de los nuevos maestros aire vivían en el Templo Aire del Sur y la otra mitad en la isla Templo Aire.

Tenzin era el amo en el hogar, y Jinora dirigía el Templo Aire del Sur, donde entrenaba acólitos con el estilo de una joven culta cuyos poderes espirituales la hacían sabia, más allá de la edad. Había leído sobre gurús que vivían aislados en las montañas y proyectaban astralmente su cuerpo para buscar y aparecer resplandeciente ante ellos mientras se sentaban a meditar o practicando antiguas técnicas esotéricas perdidas hace mucho tiempo. Los gurús veneraban los poderes espirituales de esta joven Maestra Aire, la nieta de Avatar Aang, y respondieron a su llamado para ayudarle a enseñar.

Opal vivía en el Templo Aire del Sur con Kai y Bumi cuando no estaba en misiones, aunque Bolin había querido, durante mucho tiempo, que se mudara a la Isla del Templo Aire.

Ikki y Meelo entraron revoloteando a la cocina para ayudar a servir la comida. Kya los siguió y manipuló el líquido en los tazones que habían sido alineados y llenos con fideos caseros. El sabroso olor subió por las fosas nasales de Kya y no podía esperar para servir a los niños en el pasillo porque entonces sería su turno de comer. Los ancianos de la Tribu Agua del Sur generalmente comían sus primeros bocados antes de que el resto interviniera, pero su lado de aire control le enseñó a servir a los demás primero para que ellos a su vez quisieran corresponder o devolver el favor.

Finalmente, Tenzin entró, alto y calvo con tatuajes de flechas celestes a lo largo de las vías de energía de su cuerpo, simbolizando el flujo de chi y, por lo tanto, la fuente del control del aire y toda la vida en realidad. Recogió los platos y los sacó junto con los niños, inclinándose para besar a su esposa mientras pasaba. El hijo menor de Pema, Rohan, estaba sentado en una de las mesas con su niñera, una joven acólita; Naga y Pabu estaban corriendo como locos en algún lugar del terreno. Mientras Bolin se preparaba para sentarse y finalmente disfrutar de su tazón de fideos, recibió un telegrama de Opal diciendo que se iría a su casa en Zaofu por unos días antes de dirigirse a la isla templo de Aire y que ella estaba deseando hablar. Bolin se desinfló ante esta noticia.

Se suponía que Opal iría directamente a la Isla después de su última misión, y trató de convencerse de que esperar unos días más no era gran cosa. Se sorbió los fideos; la sopa le calentaba los huesos pero no el corazón.

En ese momento, la puerta del comedor se abrió de golpe y Tenzin condujo a una joven, que Bolin nunca había visto antes, en su dirección. Mientras se acercaban, trató de que no se notara que estaba mirando su piel de ébano y su cabello salvaje que salía en todas direcciones. Su paso indiferente provocó una reacción en Bolin en contra de su voluntad, y los fideos se deslizaron de sus palillos, salpicando el tazón.

Bolin miró a la mujer que estaba junto a Tenzin. Ella le sonrió con labios voluptuosos y grandes ojos color avellana. Sonrojándose, inclinó la cabeza hacia abajo y rápidamente sorbió sus fideos para que su boca estuviera demasiado llena para hablar y decir algo estúpido, lo que solía hacer en estas situaciones.