Only love [Nolan Hansen]

VII

"¿Quien es ella?"

"¿Sera la novia de Nolan?"

"Pues no es muy linda la verdad.."

"Dios que horrible gusto tiene Nolan.."

"Seguro esta con el por dinero"

"Espero que Nolan se de cuenta
de lo horrible que es ella"

"Ni vestirse sabe, la hace
ver gorda ese vestido"

"Hay que averiguar donde vive y amenazarla."

Desde que habia aceptado la salida con Nolan no dejaba de ver el hashtag de "#LanoviadeNolan" y claro, no iba a culpar a Nolan por lo toxicas que llegaban a ser sus fans por internet.

Desde que empezo todo este revuelo en Twitter Nolan me pidio que pusiera mis redes en privado para si evitar que los malos comentarios me afectara pero ya lo estaban haciendo. Tenia muchas solicitudes de seguimiento que iba borrando en mis tiempos libres.

Y aunque Nolan se disculpó mil veces por todo lo que estaba pasando yo seguia diciendole que realmente no se preocupara, que el rumor pasaria y todo volveria a ser como era antes de conocerlo a él.

— ¿Estás bien? — pregunto Nolan, sacandome de mis pensamientos.

— Ah si, todo esta bien. — respondi dandole una pequeña sonrisa antes de darle un trago a la malteada que habia pedido.

Estabamos en una cafetería fueras de la ciudad, era en los unicos lugares donde podiamos pasar el tiempo sin que las cámaras nos presiguieran.

— ¿Segura?, digo, has estado bastante distraida desde que pase a recogerte a tu casa. — volvio a insistir con el tema.

— Es solo que aun me es difícil asimilar el giro que dió mi vida. — respondí mientras miraba fijamente el pastel frente a mi. — No lo tomes a mal, es lindo pasar tiempo contigo. — sonreí.

— En serio, te pido una disculpa. — dijo el, ya era la quinta vez en el dia que se disculpaba.

— Ya no me pidas perdón, son cosas que pasan cuando sales con alguien "famoso". — dije haciendo comillas en la palabra famoso, algo que hizo reir a Nolan.

— Esta bien, ya no te pedire disculpas. — dijo mientras comia un poco de pastel.

Solo me limite a asentir mientras lo miraba. Nolan era una buena compañía, hace dos semanas comenzamos a tener salidas espontáneas y aunque no empezamos bien hemos sabido convivir mejor, era un buen amigo.

— Me habias comentado que eres de México, ¿no? — habló, rompiendo el silencio que se habia creado.

— Asi es, soy de México pero por cuestiones de la empresa me mandaron a Los Angeles. — respondi encogiendome de hombros mientras comia pastel.

— Jimmy nos dijo que iriamos a México en unos meses.

— ¿ah si?, ¿a que irán? — pregunte curiosa.