¿A Dónde Vamos? ~AuronPlay~

Capitulo 45

**Cancion: The Gold-Phoebe Bridgers Versión Manchester Orchesta**

Abril

—debes venir a visitarnos pronto, recuerda que siempre eres bienvenida—le sonreí a Irina y vi al resto de los chicos, que estaban muy bien formados para recibir su abrazo cada uno.

—no tenían que venir todos, de verdad me van a hacer llorar

—al menos así hacemos que te quedes—mire a Samuel y me sonrió—teníamos que venir a despedir a nuestra pequeña. Cuídate nena, ven a visitarnos cuando puedas, esta vez te quedas en mi casa

—quisieran, se quedará conmigo—dijo Alex sonriendo. Después de discutir un poco al respecto entre los 5, por pelearse en ver dónde me quedaría la siguiente vez, tuve que abordar al tren, me despedí incluso antes de abordar pero ya en el tren tuve toda la nostalgia que no había mostrado mientras estaba despidiendome.

Habían sido unos días asombrosos con ellos, había disfrutado estar con cada uno, paseando por los alrededores, cenando con todos, tanto así que ni el celular había tenido oportunidad de revisar, solo para mensajes esporádicos con Axo, con Luzu y Lana y nada más.

Cuando bajé del tren me sentía algo aliviada, la mente la tenía algo más despejada, si había valorado el no tener que pensar tanto tiempo en Raúl y al mismo tiempo poder saber que iba a pasar de nosotros.

—hola niño, ya estoy bajando del tren. ¿Te veo en la entrada?—llamé a Axo apenas toque el andén.

—¡Que bueno Abril! Si...yo—tome mi maleta y lo buscaba entre la gente—Abril sobre eso...

—¿No me digas que te olvidaste de venir por mi? Sé que anoche estabas de antro pero no creí que ibas a olvidarlo—comenté risueña de solo pensarlo.

—Abril yo...

—descuida niño, aquí te puedo esperar—cuando mire a la entrada me quedé muda. Parecía una escena de película, parado en la puerta, con el sol pegando en su espalda haciéndolo resplandecer, con las gafas puestas, un ramo de flores y viendo al costado cual galán de telenovela, ahí estaba Raúl.

—¿Abril? ¿Sigues ahí?

—creo que ya sé por qué no estás aquí—el corazón me latía rapidísimo, las manos me sudaron pero en mi interior me sentía feliz de verlo, volvía a sentir aquel amor en el estómago.

—te juro que me imploro venir por ti. No es que no haya querido, sabes que te quiero muchísimo pero—

—te llamo después Axo—colgué en ese momento al ver que veía hacia mi.

Me había quedado petrificada en medio del lugar, la gente pasaba entre nosotros que no estábamos a más de unos cuantos metros de distancia, siendo testigos sin saberlo de dos personas que se querian demasiado. Se puso recto y pude tomar una bocada de aire, caminando hasta quedar frente a él, ninguno habló de primeras, quito los lentes para vernos a los ojos y solo pude darle una media sonrisa.

—hola tú—dijo él. Extendió las flores y las tome, eran mis favoritas, unas gerberas de muchos colores. Las olí un poco y luego le volví a ver.

—hola tú—me sonrió de vuelta y lo abrace despacio, se sentía bien, sentía que estaba en casa de verdad y por eso mismo me iba a doler lo que tenía que decirle.

—antes que te enojes con el niño, yo lo obligue a que me dejara venir por ti, pero es que tenía tantas ganas de verte, no sabes cómo te extrañe.

—gracias Raúl... no esperaba verte aquí pero gracias por venir—nos alejamos y suspire—tenemos que hablar