¿A Dónde Vamos? ~AuronPlay~

Capitulo 59

ABRIL

Una semana más había acabado. Lo que significaba una cosa, Raúl iba de regreso a Barcelona. Ayer la había pasado bastante triste, saber que se iba y comenzaba a empacar algunas cosas me hacía sentir sola, sobre todo cuando ya se sentía como un hogar.

Muy temprano me desperté para hacerle un desayuno y llevarlo a la cama, el vuelo salía a medio día, así que quería aprovechar que lo tenía temprano para que pudiera llevarlo al aeropuerto. Preparé hotcakes, tocino, café, una tortilla con papas y ya con todo listo lo puse en la bandeja y me apresuré a llevarlo a la cama.

Dormía bastante tranquilo, girando hacia mi lugar sin percatarse que ya llevaba buen rato fuera de este.Abrí las cortinas un poco con el control y fue cuando el sol comenzó a entrar un poco en el cuarto y Raúl comenzaba a moverse. Primero noto que no estaba a su lado, al buscarme me encontré frente a él con la bandeja y me sonrió mientras se estiraba un poco y quitaba su pereza.

—joder que bonitos y buenos días—me reí acercándome mientras se acomodaba—y a qué debo tan grato desayuno

—es nuestro último desayuno mientras estás aquí, quise hacer algo lindo por ti—me sonrió pero al parecer también le entristecía como a mí el pensar que nos volvíamos a separar—anda, come que se enfría y vamos a que te despidas de Luzu para llevarte al aeropuerto.

Comenzamos a desayunar, de fondo puse algo de música y la verdad era que hoy solo comíamos en silencio, no había mucho que hablar, cada uno parecía en su mundo así que solo nos hacíamos compañía.

—¿has pensado en lo que te dije?—mire a Raúl y solo veía un punto fijo por la ventana—sobre mudarte de nuevo a Barcelona.

—no lo había querido hacer... es un cambio grande. Creo que cuando lo dije en Barcelona no dimensionaba el cambio que iba a ser...y ahora cuesta un poco más. Tengo muchas cosas que pensar Raúl—asintió, tomó una de mis manos entre las suyas, le dio unas caricias en el dorso y después dejó un beso para sonreírme.—anda, si quieres ducharte para terminar de empacar y yo termino acá, que se hará tarde.

Tome la bandeja y las cosas, mientras Raúl se bañaba y terminaba de empacar yo pude limpiar un poco. Pasadas las 10 decidimos ir ya con Luzu, no hablábamos mucho, yo solo sentía un hueco en el estómago de dejarlo ir. La visita fue rápida y tranquila. Solo se despidieron y quedamos en comer juntos más tarde.

—estás muy callada—asentí mientras bajábamos la maleta para caminar al aeropuerto—¿Quieres decirme algo?

—tú tienes la culpa. Ahora estaré sola, no habrá nadie en las mañanas a quien molestar, con quien comer en las tarde y dormir en las noches—algunas lágrima ya estaban saliendo y negó abrazándome y dejando un beso en mi frente—voy a extrañarte mucho.

—yo también pequeña. Vámonos juntos. Te prometo que esta vez será diferente—tome aire y suspire para verle a los ojos. Estaban algo rojos pero no iba a dejarme verle llorar. Me sonrió mientras juntaba las frentes y suspiraba, haciéndome sentirme tan bien conmigo el tenerlo así de cerca. Su perfume se impregnó en mi, quedándose en la punta de mi nariz y es un olor que conservaría por siempre.

—lo pensaré, te lo prometo—escuché un suspiro de su parte, pero no dijo nada al respecto, miramos la pantalla que anunciaba que era hora de pasar al abordaje, aún debía documentar las maletas y pasar por filtros de seguridad, así que era hora de decir adiós.

—es hora

—llámame cuando llegues, tendré el teléfono conmigo—asintió mientras me envolvía en sus brazos. Mi cabeza quedaba a la altura de su nariz, así que sentía como aspiraba y tomaba una volcada de aire para dejarla salir con lentitud.