Encantadora de Mentirosos [Actualización Semanal]

Capitulo 16// Mala Sangre//

1 año en el pasado...

Ir a la universidad era tedioso, pero encontrarme con Elizabeth de alguna forma me reconfortaba lo suficiente como para animarme, aunque sea un poco.

Ella y yo no teníamos mucho tiempo siendo amigas, pero era el tipo de persona que te inspiraba confianza con apenas unos días conociéndola, era bastante eléctrica y alocada, eso me hacía sentir menos fuera de lugar estando rodeada de hombres tan constantemente.

- ¿Que tal han estado las cosas en casa? - ella me hablaba tranquilamente mientras recogía su cabello muy largo y liso en un moño-

-Siguen siendo muy exigentes conmigo, pero supongo que ya me acostumbré – Jugueteaba con mi lápiz por lo aburrida que estaba-

- Entiendo, supongo que no quieres seguir hablando de eso... ¿Quieres que te cuente algún chisme? -

Me acomodé en mi silla de inmediato.

-Eso siempre me anima – Sonreí de oreja a oreja-

-Llegué a segunda base con el chico que te conté - parecía bastante emocionada -

- ¡No puede ser!, eres mi orgullo, perra-

-Tiene un buen trabajo, tiene auto, me lleva a salir siempre, joder, que afortunada soy-

-El afortunado es él, que no se te olvide –

Su talón de Aquiles siempre era ese, confiar de más en hombres que apenas conocía.

- ¡Hoy lo veré!, quizás lleguemos incluso más lejos-

- ¿¡Y lo vas a ver así!?- analicé su rostro detalladamente - te voy a maquillar, no seas tonta- empecé a buscar mi delineador en el bolso-

- Ay por Dios ¡qué flojera!, si yo no sé maquillarme- tiró hacia atrás su cuello, indicando fastidio total-

-Por eso te voy a maquillar yo- abrí mi delineador casi de inmediato-

- ¿Señoritas? - el profesor se dirigió a nosotras justo cuando estaba por terminar el segundo delineado, ambas sonreímos apenadas - imagino que harán el trabajo escrito en parejas juntas-

Ambas vimos a Héctor esperando una respuesta de su parte.

- No puedo separar al dúo dinámico, adelante, yo lo haré con Óscar-

Ambas sonreímos emocionadas.

Las cosas entre ambas siempre fluían con facilidad a pesar de ser muy diferentes. Ella solía ir de fiesta continuamente, pero aun así nunca me dejaba de lado en su vida, así como yo tampoco lo hacía, aunque prefería quedarme en casa tranquilamente en lugar de salir.

Una tarde, Elizabeth llegó más tarde de lo inusual a clases, pero llegó llorando. Evité que todos la vieran en ese estado, así que la arrastre al baño.

-Lo hicimos- ni siquiera le tuve que hacer preguntas antes de que empezará a hablar- pero él después de todo... Me dejó de hablar- noté como agarró el borde del lavamanos con rabia- le dí mi maldita virginidad y se aprovechó de mí -

No dije nada, y solo la abracé.

-Quizás tú lo usaste a él, después de todo no querías llegar virgen a tu cumpleaños número veinte, ¿No? - intenté motivarla, y a duras penas logré que se riera-

-Que irónico, cuando te conocí pensé que eras tonta, siempre estabas en las nubes... Pero ahora podría decir que eres incluso más inteligente emocionalmente que yo - se secó sus lágrimas- siempre he estado en desacuerdo con los profesores, deberían notar lo brillante que eres-