Aegon encontraba curioso este momento, cuando Aemond fue a buscarlo para decirle que tenían que bajar a cenar todos juntos, no esperó que el "todos" incluyera a su hermana y su prole.
Aegon se sintió incómodo al encontrar su lugar entre Helaena y Jacaerys en la mesa. La tensión aún persistía entre él y su sobrino después de su disputa anterior, y la presencia de su hermana y su prole solo agregaba más presión al ya tenso ambiente.
–Egg... –susurró Helaena, llamando su atención.
Aegon apartó la mirada de Jacaerys por un momento para dirigirse a su hermana con una sonrisa.
–Helaena, querida hermana, ¿cómo estás esta noche?–Preciosa, como siempre, hermano –Respondió Helaena con diversión– Cosa de Targaryens.
Aegon escucho a su familia reír, incluso su tío Daemon río ante el comentario de Helaena.
El silencio se instaló en la mesa cuando Alicent pidió que todos oraran antes de comer, y Aegon cerró los ojos mientras escuchaba las palabras de su madre.
Era lo único que podía hacer, porque él no sabía siquiera rezar.
Su mente vagó hacia la figura de Ser Vaemond, cuya ejecución había presenciado en la audiencia.
Recordó la mirada desafiante del hombre mientras enfrentaba su destino, y sintió un escalofrío recorrer su espalda al recordar el sonido sordo de la espada de Daemon cortando su cabeza.
Aegon nota que su padre es el último en llegar al comedor, él necesitaba no dar una imagen deplorable.
Había pasado mucho tiempo desde la última vez que estuvo en una misma habitación con toda su familia, su hermana, su tio, sus padres, sus sobrinos, sus hermanos y, claro, el colado de su abuelo.
Aegon recordaba que cuando eran niños, sus sobrinos y ellos eran bastante alborotadores en su juventud.
Aemond siempre había sido callado incluso en ese entonces, pero ahora tenía cierta aura que lo hacía bastante intimidante, Aegon a veces deseaba verse igual de intimidante.
Él no habia cambiado mucho, seguia teniendo la misma cara de muñeco de porcelana, según Helaena, a lo mucho sólo parecía cansado con círculos oscuros debajo de los ojos, casi como si se sintiera miserable.
–Esta es una ocasión para celebrar –Escucha decir a su padre– Mi nieto Luke, se casara con su prima Rhaena –Su padre se escucha tan orgulloso.
Aegon observo a Jacaerys mirarlo desde su visión periférica.
–Un brindis por los jóvenes Príncipes. –Su padre levanta su copa y todos los demás lo siguen.
Jacaerys se inclino contra Aegon mientras el mayor tomaba un sorbo de su agua.
Hoy no habría vino para él.
–Tal vez si no me estuvieras mandando por un carajo, el rey estaría festejando igual nuestra unión –la voz de Jacaerys es espesa, llena de motivos y Aegon trata de ignorarlo, decidido a nisiquiera dedicarle una sola mirada a Jace.
Pero Jacaerys esta siendo una amenaza y no se detiene ahí, se gira para mirar a Aegon.
–Supongo que las putas con las que te acuestas están limpias de enfermedades, ¿no? –Pregunta Jacaerys con una mirada severa en su rostro.
–Que lindo de tu parte que te preocupe aue este limpio el lugar donde pongo mi polla y todo eso –respondió en un tono que seguramente molestaría y provocaría a su sobrino.
Jace se inclina hacia Aegon y recupera la compostura.
–Puedes jugar al maldito bufon todo lo que quieras, Aegon, pero no digas cosas que te hare lamentar haber pronunciado –Finalmente, Jace mira a su tío.