Sexy Cat~ Lixbin*·º.·+*

4th

ChangBin se removió incómodo y sintiendo algo húmedo en su cuello. Tal vez se había babeado.

—¡Joder! —definitivamente no era baba, babearte no dolía tanto.

Se sentó en la cama lo más rápido que pudo y al darse cuenta de la situación se avergonzó al instante dándolo a entender con un sonrojo excesivo y tapándose el lado izquierdo del cuello con la mano. —¿Qué crees que estás haciendo?

Felix (ya transformado en humano) se reincorporó sentándose frente al mayor en la cama y lo miró con travesura y fingiendo que no sabía el porqué de su actitud exaltada.

—Nada —ChangBin lo miró con incredulidad y le propinó un golpe en la cabeza.

—¿Nada? —rió sin gracia y soltó una risa sarcástica —, me acabas de hacer un maldito chupón en el cuello, Felix, ¿eso es nada? ¿eh?

Y el rubio tan solo sonrió viéndose descubierto.

—Me atrapaste, pero ya te lo había dicho ChangBin —se acercó al rubio, tan cerca como para decirle al oído —: te tengo ganas, y muchas —y justo después le lamió la cara y se separó observando a un ChangBin más rojo que antes.

—Sal de mi casa.

—Tranquilo Bin, no lo tomes tan a pecho. Yo sol-

—¡Que salgas de mi casa, maldito gato!

Bien, Felix no iría en contra de un ChangBin enojado. Definitivamente no le gustaba esa faceta del mayor, así que sin poder oponerse se transformó en gato y salió disparado del lugar.

Por otro lado el castaño estaba hiperventilando y tratando de regular su respiración regañándose internamente por algo:

—Mierda, y saber que me gustó...

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Felix caminaba elegantemente cual gato que era, oscilando su peludita cola cada vez que daba un paso. Subió sin mucho esfuerzo al balcón de la vecina de los Seo y se sentó a maullar como de costumbre frente a las puertas de cristal esperando que su chica favorita acabara de notar su presencia.

No tuvo que esperar mucho, tan solo contó unos veinticinco segundos cuando divisó a Rose acercarse al cristal trayendo en brazos a la pequeña "no tan pequeña" ChaeRyeong.

—¡Bokkie! —exclamó la pelirosa al abrir el gran ventanal que hacía de puerta para posteriormente colocar en tierra firme a la adorable niña.

ChaeRyeong, al haber reconocido perfectamente la identidad de cierto gatito blanco, aprovechó que su madre la había puesto en el alfombrado suelo de la habitación para correr directo al minino y tomarlo en brazos.

—¡Tío Liz! —prácticamente gritó al estar aún más emocionada que su madre.

—Chae, bebé, deja a tu tío en el suelo para que pueda entrar al baño y cambiarse. Después puedes abrazarlo todo lo que quieras.

—Pero yo quiero hacerlo ahora —arrugó tiernamente su entrecejo demostrando estar en contra.

—Cariño...

—Meow —Felix se hizo notar y le habló a su sobrina en su idioma animal.

La niña entendió perfectamente y soltó al animal confiada de que caería en cuatro patas, pero Felix no cayó como se esperaba y se golpeó levemente la boca. Rose reaccionó escandalizada recogiendo inmediatamente al gato blanco y antes de regañar duramente a la pequeñita por no tener más cuidado, Felix maulló en sus brazos informándole que no se preocupe, que solo había sido un golpe leve.