Una noche de lluvia y tres grados bajo cero, el sonido de las gotas sobre la graba, olor del pericote en el aire, y un sonido de llanto apenas y se podía percibir en el caos afuera.Caminando se encontraba una mujer joven, cabello lacio y negro, con finos rasgos y ojos rasgados. Entre más llegaba al puente cercano a ella, más se escuchaban los quejidos que se parecían al llanto de un bebé.
Alarmada por el sonido corrió en dirección a este y se dio cuenta que no era un bebé sino más bien un pequeño gato. Se mantenía frío y húmedo sobre sus brazos. De inmediato pensó en llevárselo y asegurarse de que sobrevivirá por lo menos esa noche.
Al llegar a su pequeño apartamento, sus ojos se abrieron en sorpresa al sentir el peso de sus brazos aumentar, se dio cuenta que lo que tenía en sus manos era un pequeño niño, este se estremecía de frío y en cualquier momento se pondría a llorar, lo supuso al ver las lágrimas acumularse en sus ojos marrones y sus labios se curvaron hacia abajo.
Estuvo a punto de soltarlo por la impresión y el susto que se llevó. Sin embargo, su instinto se lo impidió.
Lo primero en respuesta que pudo pensar, fue mecerlo y darle palmadas en su espalda como su madre le había enseñado a hacer, sin embargo, no funcionó, ella comenzaba a desesperarse, entonces fue que tuvo la gran idea de darle de comer, aunque no sabía que comían los híbridos.
No lo había pensado en todo este tiempo, lo que tenía ahora en sus brazos era un híbrido, algo de lo que pensó era una leyenda, algo ficticio. Pero la verdad es que si existían estos seres mitológicos y la prueba era el pequeño sobre sus piernas, su brazo comenzaba a dormirse y sintió la baba del bebé escurrir sobre este.
Dejó de llorar por alguna extraña razón, el niño se le quedó viendo como si fuera la cosa más interesante del mundo, sus pequeños ojos le seguían tan curioso y eso le dio la calma suficiente para pensar con claridad. Así que buscó en su refrigerador si había algo decente para la pequeña criatura, lo único que pudo encontrar fueron unas manzanas y agua de hace diez días, al menos debería tener leche, pensó.
Sacó la idea mas brillante del siglo y decidió hacer una papilla de manzana, esperando que esta no le hiciera daño al híbrido.
Había dejado al pequeño sobre su sillón con unas almohadas para que no se cayera, después hizo la tan esperada comida, en todo el proceso estuvo pensando si debería encargarse de él, se preguntó si era correcto cargar con tanta responsabilidad y no dudo en hesitarse en responder al aire con una determinación indudable, ¡Claro que puedo!
Se propuso a aprender todo lo que pudiera del pequeño, desde sus asignaciones y castas, los ciclos de celo y los cambios de híbrido a humano con respecto a la luna y esas cosas. Estuvo tan confundida al leer todo eso, indagó por su cuenta mientras trataba de trabajar desde casa y anónimamente para que nadie descubriera la identidad de su pequeño ahora.
Ser madre de un híbrido le parecía muy complicado, pero es lo que había soñado desde hace años, desde que había tenido un desafortunado incidente lo cual le causó un aborto espontáneo. Recuerda haberle pedido a las estrellas que le dieran una oportunidad más, después su esposo de entonces la dejó, ella quedó devastada y sola, con mil razones para no seguir. Pero al parecer la habían escuchado pues ahora estaba frente a sus ojos la luz de su vida.
En su búsqueda encontró que podía darle supresivos, algo de lo que desconocía y que tuvo que aprender de lo que decía el internet y ademas consultó con gente según experta en el tema. Gracias a esto pudo tener a su hijo oculto, pero no le iba a funcionar siempre.
Por mucho tiempo escondió este secreto de su pequeño, no creía que fuese buena idea que lo supiera, no había necesidad y pues eso funcionó hasta que el híbrido tuvo su primer celo, el cual resultó en que este se presentara como Alfa.
La mujer de mediana edad estaba tan asustada que consideró en dejarle ir y hacer de las suyas, sin embargo, se recriminó mentalmente por tan siquiera considerar la idea. No obstante lo que hizo ella, lo describiría como salvaje, en propias palabras de la mujer. Tuvo que dormirlo, algo que había preparado en caso de emergencia hace algunos años ya, justo para este día.
Sus pálidas manos se pasearon por el rostro del chico que se encontraba sedado en el piso alfombrado de la habitación y ella sostenía una cara lánguida y con falta de color al igual que sus extremidades, se sentía tan mal por hacerle esto a su pequeño. Era cruel, inhumano, pero ¿Qué mas podía hacer?
"Perdóname Channie" susurró a su hijo y lo dejó dormido con una manta encima.
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Felix y Changbin jugaban a sostenerse la mirada, era eso o simplemente disociaban.
Jeongin se les quedó viendo con extrañeza y de inmediato se dio por vencido por el comportamiento de sus mayores, salió de allí con un suspiro de cansancio.
–Par de raros– dijo este al cerrar la puerta.
Felix parpadeó y Changbin celebró escandalosamente como siempre lo era.
–¡Gané! –Ahora tendrás que quedarte hoy...JA JA– burlón respondió.
–No es justo, yo quería acompañarte.
Changbin dejó sus infantiles burlas de lado al escuchar al felino ¿Acompañarme? ¿Acaso el quiere pasar tiempo conmigo? Sospechó de sus intenciones y no tardó en preguntar –Y tu...¿para qué quieres ir a mi escuela?– le miró con los ojos entrecerrados.
–¿Curiosidad ? Además pasaría todo el día a tu lado– guiñó con su ojo izquierdo y se divirtió con la expresión de frustración de Changbin.
–Ajá si, igual no irás.
–Hablaré con tus padres para que me inscriban– eso que dijo hizo a Changbin volverse mudo, la expresión en su rostro era de impresión mezclada con seriedad, cayó en cuenta que el chico hablaba en serio después de no escuchar ninguna risa de su parte.
¡Oh por dios, no! Todo menos pasar más tiempo con el pulgoso.
Se volvería loco, su corazón no estaba preparado para eso, perdería su reputación. Imaginando mil escenas de lo que el híbrido podría exponer de él, se largó rápido a su habitación y se encerró en esta.
–No te molestaré Binnie– Felix estaba del otro lado de la puerta, trató de decir algo mejor, pero se quedó ahí esperando a que el otro le abriera, su forma felina apareció en cuanto el pelinegro apagó las luces. El felino se había ido para cuando Changbin le abrió.
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si bueno, no me fui a ver a San Pedro todavía....
Espero y les guste el cap <3 gracias
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Sexy Cat~ Lixbin*·º.·+*
Fanfiction"Si a Changbin le hubieran dicho que estaría en estas condiciones, se hubiera carcajeado. Pero viéndose ahora teniendo sexo con la mascota de su hermano, se da cuenta que esa posibilidad absurda es completamente real." Tengo el permiso de la autora...