Lobos de Guerra

10. Traidor

Disfruten su lectura. Habrá mencion de deterioro mental y violencia física y psicológica.

– ¡Monroe! ¡Teníamos un trato! – Stiles entro abruptamente a su oficina en la comisaría – El trato fue aceptarte a cambio de la cabeza de Derek Hale – Stiles hizo una mueca de asco ante la mención de Derek.

– Si, traicione a un amigo y te lo entregue pero no haz cumplido, me mantuviste al margen de la redada en Beacon Hills, me enteré cuando el caos llegó – Monroe lo observó con burla – Aunque me entregaste a Hale no es garantía de tu lealtad – Monroe se levantó del asiento qué una vez le perteneció al Sheriff.

– Estabas en periodo de prueba pero tus acciones durante la redada fueron las correctas, fallaste en matar al primer beta de Scott, sin embargo con suerte esa abominable quimera lo hará en su lugar – Monroe le sonrió complacida, Stiles ni se inmuto ante las palabras de la mujer.

– Desde ahora formaras parte de mis hombres, Thomas seguirá como tu compañero, están a cargo de la extracción de información – Monroe le entrego un cuchillo militar – Espero que la CIA te enseñara los mejores métodos de tortura, si no hablan no pierdas el tiempo, mátalos – La orden fue dada, Stiles salió de la oficina guardando el cuchillo en su cinturón.

Stiles llego a casa de su padre, encendió las luces alejando la oscuridad del lugar que una vez llamo hogar, la casa era un caos, muebles y objetos rotos. Levanto una silla de la cocina, busco en el refrigerador un poco de agua, le ardía la garganta, sentía una sensación de vacío en su estómago y ganas de vomitar.

Tomo un sorbo de agua antes de correr al baño de visitas a vomitar, no había comido desde el día anterior, no había nada en su estómago pero no pudo evitar expulsar lo que sea que guardará su estómago. Se lavo la boca con agua intentando calmarse, se mojo la cabeza tratando de encontrar calma, pero estaba al borde de la locura.

Se observó en el espejo y no reconoció a la persona que le regresaba la mirada, tenía una corta barba descuidada de varios días, ojeras, su cabello era un desastre, y seguro olía horrible, no recuerda cuando fue la última vez que tomo un baño o durmió en una cama. Vio al hombre en su reflejo y lo odio.

Subió a su antiguo cuarto a intentar dormir, pese al cansancio no lo hizo, tomo dos pastillas del frasco qué guardaba al lado de su lámpara de noche, había caído bajo si la única forma de lograr dormir era a través de drogas.

Esa noche soñó con las oscuridad, como un parpadeo, con pesadez se levantó a tomar un baño, se rasuro la barba e intento verse presentable, desde ahora tendría acceso a las prisiones de Monroe.

– Todo lo que haz hecho ha sido por este momento, cumple tu misión – Se dijo a si mismo arreglándose el cabello – Se fuerte – Lo necesitaba.

Los prisioneros fueron encerrados en la casa Eichen, específicamente el sótano. Todos los seres sobrenaturales capturados fueron encerrados ahí, incluyendo sus compañeros de clases.

En su camino a la sala de interrogación recibió más de una mirada desaprobatoria, algunos lo veían con odio, otros como un traidor o ¿Era su mente quien le jugaba en contra?

– ¿Eres el nuevo? – Un hombre de unos 50 años le entregó una carpeta – Estos son los expedientes de algunos monstruos capturados, todos esos – Señalo la carpeta en las manos de Stiles
– Son quienes han tenido lazos o son familia de otras manadas, debes sacarles esa información – Stiles no respondió, solo siguió al hombre hasta una celda.

– Este es tu primer interrogatorio, de ser inútil considera matarle, no perderemos el tiempo – Stiles asintió abriendo la carpeta, intento disimular su sorpresa al leer el nombre de Derek en la primera página.

– Fue encerrado hace unos meses pero nadie lo ha hecho hablar, es una verdadera abominación – La forma despectiva de hablar de hombre le dio nauseas.

– ¿Qué les hace pensar que yo lo haré hablar? – El hombre paso la tarjeta sobre el escaner de la puerta – Fueron amigos, quizás eso ayude – Respondió el hombre con indiferencia.

– No somos amigos – Derek dijo con voz ronca desde lo profundo de su celda, estaba encadenado a la pared con grilletes muy cortos anulando su movilidad de pies y manos, incluso el cuello, tenía sangre seca en el cuerpo, signos de tortura previa.

– Es verdad, solo fuimos socios con objetivos en común – Stiles respondió indiferente, lanzó la carpeta sobre una mesa metálica en una esquina de la celda antes de sentarse en la silla frente a Derek.

– Monroe dijo que te tomes tu tiempo, puedes matarlo si quieres, pero su paciencia no es eterna, así que haz el trabajo o alguien más lo hará – Stiles hizo un ademan con la mano para que se fuera, había aprendido en la CIA a mantener sus emociones bajo control pese a su TDAH. El hombre sin más se retiro dejándolos solos.

– ¿Por qué nos traicionaste? – No había ira en la voz de Derek, solo deserción, dolor – Se supone que soy el interrogando, no tu – Stiles se cruzó de brazos tratando de mantener la calma.

– ¿Acaso este es otro de tus locos planes? – Derek se negaba a creer que Stiles los traicionaría, podía esperarlo de cualquiera, excepto él – Mi madre fue una cazadora, una de las mejores pero un ser sobrenatural la maldijo y murió por ello – Stiles hablaba con tal indiferencia qué Derek no lo reconoció.

– No traicione a Scott, Monroe sabe que jamás diré nada sobre él o Lydia – El rostro dolido de Derek casi le hace mandar todo su plan a la basura – El resto solo somos desechables en tus planes – Derek sonrió aunque parecía más una mueca de asco – Solo somos piezas en tu maldito juego – El tono tranquilo de Derek se volvió violento.

– ¡Acaso olvidaste el valor de la vida! ¡¿Sabes cuantas personas murieron en el ataque de hace un par de días?! – La voz de Derek resonó en la habitación – Creí que te conocía, un chico torpe pero inteligente, leal y valiente aunque al borde de la estupidez – Su tono bajo y lleno de decepción aceleró el corazón de Stiles.

– Realmente te considere mi amigo – Derek cerro los ojos con fuerza intentando que el dolor que se filtraba de sus palabras fuese ahogado por la ira, pero no había, no podía odiarlo y eso le dolía aún más que su traición, no poder odiarlo.

Stiles se levantó sin decir nada, salió de la habitación hasta el baño más cercano, aun no comía pero las náuseas lo hicieron vomitar la bilis en su estómago, había imaginado este escenario miles de veces, pero la realidad lo superó. Derek no era un tipo emocional, nunca espero se expresará así, ahora quería mandar todo al diablo, liberar a Derek y huir del lugar, pero no podía, la vida de miles, quizás millones dependían de su misión auto impuesta.

Regreso a la sala de interrogatorio casi una hora después, se sentó frente a Derek con el control de voltajes en la mano rogando que el acónito en su sangre limitar sus poderes sobrenaturales o notaria lo aterrado que estaba.

– Se que el dolor y la tortura física no funcionan contigo – Dejo el control en el suelo – Hagamos un trato, me das los nombres de todos los alfas que conozcas en estados unidos y a cambio dejare que Cora y Peter vivan – Derek hizo una mueca disfrazada de sonrisa.

– Cora ha estado escondiéndose desde hace años, ni yo se donde esta y Peter, es astuto y un maníaco, no será fácil atraparlo – Stiles le sonrió con burla – ¿Acaso olvidaste quien soy? No fue difícil dar con el paradero de Peter, es excéntrico e investigar sus tarjetas no fue difícil – Derek por primera vez se daba cuenta lo que era tener a Stiles de enemigo, al Stiles sin restricciones.

– Un mensaje de auxilio de Malia sería suficiente para ponerlo en el lugar indicado, solo una bala y sería todo – Stiles saco su celular donde tenía el mensaje de auxilio listo para ser enviado – ¿Qué dices? – Derek sonrió de mala gana – Es Peter, sabrá como librarse de la muerte – Stiles asintió de acuerdo.

– Pero ¿Cora podrá hacerlo? – Stiles busco algunas fotos para mostrárselas a Derek – Fue difícil rastrearla, se cambió el nombre un par de veces y se mueve con regularidad – Derek gruñó al ver las fotos de su hermana.

– Últimamente dejo de viajar, se refugio en una pequeña manada en Brasil, quizás sea por ese gran vientre – Le mostró fotos recientes, Cora estaba embarazada.

– No quiero ser responsable de la muerte de una mujer embarazada, sea un monstruo o no – Derek le gruñó e intento liberarse lastimándose en el proceso – Solo dame los nombres y borraré cualquier dato de tu hermana, ni Monroe sabrá de ella, me aseguraré de que tu hermana y sobrino vivan – Derek se calmo tratando de ver el panorama con la poca calma que le quedaba.

– No te daré nada hasta que vea a Cora a salvo – Stiles sonrió, tecleo en su celular y un mensaje fue recibido – Mi contacto se encargará de cubrir las huellas de Cora y un regalo – Una foto actual de Cora en un mercado con una canasta llena de fruta – ¿Trato? – Stiles sonrió triunfal – Comienza a escribir, es una larga lista – Stiles anoto los nombres en su celular.