"Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos"
El Principito
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Estabas sentado en la silla frente a tu computadora viendo una serie cuando tu celular comenzó a vibrar.
Estiras tu brazo, y al leer el nombre de Changbin blanqueas los ojos. "¿Le respondes o no lo haces?" te preguntas con el celular vibrando en tu mano. La pantalla se apaga y vuelve a brillar, el nombre de tu amigo apareciendo en la misma. "Bien, le respondo" piensas.
- ¿Qué quieres? - es lo único que dices al contestar, creyendo que seguramente era lo de siempre.
O el muy idiota había terminado ebrio, y te pedía que lo busques; o había ido a la casa de alguna chica y al llegar su novio, pareja, marido, los había encontrado y ahora estaba escondido en algún callejón semidesnudo esperando a ser rescatado; o las dos cosas.
- Sal, ahora... Minho, debes irte, desaparecer, pero ya - escuchas te dice Changbin con la voz agitada, como si estuviera corriendo.
Frunces tus cejas, confundido.
- ¿Qué? ¿De qué hablas? – preguntas deteniendo el capítulo.
- Minho, no tenemos tiempo, lo saben, huye, ¡Ya! ¡Ahora! - y corto la llamada.
Pestañeas repetidas veces, y bajas el celular de tu oreja para ahora mirar la pantalla del mismo.
"¿Lo saben?" Te preguntas sin lograr procesar de qué diablos estaba hablando tu amigo.
Tu celular vuelve a vibrar en tu mano, y al mirarlo ahora aparece "Número Privado" en la pantalla.
- ¿Hola? - preguntas, pensando que quizás sería Changbin.
- Hijo de puta, cuando te encuentre te voy a cortar dedo por dedo, así nunca más vuelves a tomar lo que no es tuyo – escuchas te amenaza una voz ronca y áspera del otro lado.
De repente se sentía como si no solo tu corazón, sino que todo el mundo se hubiera detenido.
- Mierda - susurras luego de colgar, dejando caer el celular de tu mano al suelo importándote nada que algo le sucediera al aparato, y yendo casi corriendo hasta tu placar, del cual sacas una mochila negra que estaba al fondo del mismo - mierda, diablos, mierda... le dije que era mala idea, mierda - murmuras con voz temblorosa sacando una sudadera con capucha negra, poniéndotela y colgando tu mochila.
Desconectas la zapatilla para que tu computadora se apague y sales corriendo, dando pequeños saltos para colocarte las zapatillas de manera rápida, en tu mente solo esperabas que nadie te estuviera esperando a la salida de tu departamento.
- Bien, en las películas siempre es mala idea ir en el ascensor, así que ascensor no - piensas en voz alta, yendo a la puerta que daba a las escaleras de auxilio y comenzando a bajar las mismas de a dos.
Estúpido Changbin. Estúpido tú mismo por oír al idiota de Changbin.
- Son solo unos dólares, no se van a dar cuenta – repites con voz aniñada lo que te había dicho tu amigo hace unos días cuando habían ido a instalar un par cámaras de seguridad a un grupo de prestamistas que claramente trabajaban por la vereda de lo ilegal.
No es que ese fuera un problema. Trabajo es trabajo. La cuestión es que mientras instalaban cámaras, Changbin había entrado a un depósito por error, el cual no aparecía en los planos, y te había mandado un mensaje con la ubicación real para que fueras.
Te dio curiosidad cuando te mando "no te vas a imaginar lo que encontré", así que fuiste. Ese había sido el primer error. Al momento de entrar te habías topado con que aquella habitación estaba lleno de ladrillos blancos y otros de color verde, y a un costado, en una especie de repisa, había una innumerable pila de billetes.
- Con solo un toco de esto, no tenemos que preocuparnos por trabajar dos años -dijo tu amigo con un fajo en la mano - ¿Y si nos llevamos uno?
Dios. Solo un idiota le haría caso a Changbin.
- Si salimos de esta... juro, juro que nunca más te voy a escuchar, idiota - masticas con odio cada palabra, pagando un pasaje en la terminal de ómnibus, esperando que con la capucha y el barbijo pasaras desapercibido.
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Novicia - HyunHo
FanfictionDonde Lee Minho sabía que no debía haber seguido a su amigo, Seo Changbin, en su idea de robarle a posibles narcos. Lamentablemente se dio cuenta cuando ya era demasiado tarde, y ahora debe estar escondido en la iglesia que lo vio crecer, en el pueb...