PROLOGO: UNA NOCHE ESTRELLADA

21 1 10
                                    

LOUISVILLE, KANSAS, VERANO DE 1989

Aquella noche estrellada era maravillosa, el fresco viento que soplaba movía los molinos junto a las cosechas de la familia Nerson. Los animales de la granja descansaban en sus respectivos graneros y la tranquilidad acentuada por el canto de los grillos la hacían más idílica de lo que ya era. Por eso es que nadie nunca podría haber imaginado que aquella mágica noche bajo la pálida luz de la luna sería el comienzo del fin cuando un enorme meteorito caería por las cercanías despertando a los Nerson de su dulce sueño.

Levantándose de la cama, mientras todavía vestía su camiseta blanca sin mangas junto a su pantalón vaquero azul, Bob Nerson se meció su cabello castaño mientras sentía un fuerte dolor de cabeza resultado de su resaca. Su esposa se levantó también preguntándole:

- Bobbie, ¿Qué fue ese sonido?- el dolor de cabeza acentuaba su chillona voz, molestándolo de sobremanera

- ¿Y cómo lo voy a saber, mujer?- le contestó molesto mientras se levantaba de la cama y se dirigía a la ventana viendo cómo en mitad de la cosecha estaba en llamas debido al impacto de lo que parecía un meteorito. Sintiendo cómo la furia dominaba cada parte de su cuerpo, rugió- ¡PUTA MADRE!

- ¡¿Qué sucede Bobbie?!- le preguntó Sally Nerson, su torpe esposa de cabello rubio que tenía recogido con varios rodetes y llevaba un camisón azul sin mangas pero con una larga falda

- Que un hijo de puta fastidió mi cosecha, eso sucede- le respondió Bob dirigiéndose a donde estaba su escopeta debido a que le había parecido ver algo moverse entre los sembradíos- sin embargo le voy a dar su merecido

- ¡Dios mío!- exclamó Sally al ver aquel luminoso cráter en mitad del sembrado- Bob, no crees que puedan ser... ya sabes, Aliens

- Mujer, te sabía estúpida, pero no imaginaba que lo fueses tanto- la insultó Bob mientras sacaba su escopeta del armario. Las luces de las llamas iluminaban las paredes azules junto a los viejos espejos que adornaban aquella granja construida por los abuelos de Bob allí por la década del veinte- solo son un grupo de imbéciles haciendo sus payasadas en los cultivos de otras personas, lo vi en la televisión los otros días cuando estudiaban el fenómeno de las señales en los graneros. Solo que está vez han decidido hacerlo a lo grande quemando cultivos en lugar de arrancarlos. Pero esta vez se han metido con el sujeto equivocado, eso te lo puedo asegurar

- ¿Qué piensas hacer?- le preguntó Sally preocupada

- Proteger mi propiedad, eso pienso hacer- retirándose a donde estaba la puerta, añadió- mientras que tú iras a la cocina a prepararme un café, algo me dice que lo necesitaré.

No lejos de allí se encontraba el pequeño Jimmy, de unos catorce años de edad, husmeando las cercanías. Estaba escuchando la radio con sus auriculares puestos cuando el estruendo lo hiso saltar de la cama debido al susto. Fijándose en la ventana, vio cómo un enorme cráter había quemado los sembradíos de su padre.

- Oh mierda, papá se va a volver loco cuando vea esto- dijo en voz baja, sin embargo antes de que pudiera alejarse de la ventana, le pareció ver algo, cómo una especie de silueta humanoide correr por las cercanías de aquel enorme cráter. Sintiéndose muy sorprendido al ver eso, solo pudo preguntar en voz alta- ¿Qué carajos?

Tomando su bate de beisbol, Jimmy decidió salir a ver que había sido eso.

Se encontraba afuera, mirando a todas partes mientras sostenía con fuerzas su bate, estaba tan nervioso que se sobresaltó cuando su padre le tomó el hombro.

- Ya cálmate- le pidió Bob mirándolo con enojo- pareces una señorita

- Lo siento, es que me pareció ver algo cerca del cráter- se disculpó Jimmy, su camiseta blanca junto a sus pantalones azules hacían juego con la vestimenta de su padre mientras que la gorra anaranjada que cubría su largo cabello castaño oscuro ocultaban su sudor

- Lo sé, yo también creí haber visto algo, ven, vamos a darle su merecido a esos hijos de puta- le contestó su padre comenzando a caminar en dirección a donde se encontraba el cráter dejado por aquel meteorito

Cuando llegaron, las llamas aun no se habían apagado, pero aquella roca ya se había enfriado mostrando un color plateado, como si fuese un satélite espacial antes que una roca proveniente del espacio.

- ¿Qué demonios?- preguntó Bob al ver eso, repentinamente oyeron una especie de sonido grueso, casi intectoide- están cerca, yo voy por la derecha y tú por la izquierda

- ¿No sería mejor idea el quedarnos juntos en lugar de separarnos?- le preguntó Jimmy sintiéndose demasiado aterrado al oír aquel espectral sonido

- No seas marica- le respondió su padre dirigiéndose a donde se originaba el grotesco ruido- estoy seguro que entre los dos podremos acabar con ellos

- Creo que lo mejor sería llamar a la policía- sugirió Jimmy viendo a su padre alejarse

- ¿Para qué arreste por una noche a esos imbéciles y luego les dé una multa?, ¡Olvídalo! Esta es mi propiedad y esta es mi cosecha y yo decido cual es el castigo adecuado para esos hijos de puta, ahora ve- finalizó su padre perdiéndose en medio de la oscura noche

Sin nada más que poder hacer, Jimmy se resignó y decidió ir por donde su padre le había indicado.

Bob se movía con cautela por los sembradíos cuando creyó ver algo, una enorme silueta humana. Sonriendo le dijo

- Ya te tengo cabrón, esto es por quemar mi propiedad malparido- sin nada más que añadir, disparó

La enorme figura humanoide se mantuvo parada mientras recibía los disparos, sin siquiera inmutarse. Sorprendido, Bob vio a la criatura acercarse y antes de que pudiera amenazarlo, vio como unas dos enormes garras afiladas se movían con rapidez para acabar con él.

Largando un grito, Bob fue degollado por aquella cosa. Jimmy escuchó el grito de su padre y preguntó:

- ¿Papá?- repentinamente vio algo salir de los cultivos, era enorme y parecía tener dos garras. Aterrado, Jimmy aulló mientras esa cosa se arrojaba hacia él- ¡PAPAAAAÁ!

El café ya estaba listo y servido en la mesa mientras Sally miraba por la ventana. La radio estaba prendida y estaban pasando la canción "Party Time" del conjunto 45 Grave. No hacía mucho que los muchachos se habían ido y Sally estaba tratando de convencerse a sí misma de que no hacía falta llamar a la policía, de que solo había sido un simple meteorito que había aterrizado en su granja, nada más. No había porque preocuparse.

Repentinamente vio unas enormes siluetas moverse en medio de los cultivos, tomándola por sorpresa. Horrorizada, Sally largó un grito y se dio vuelta dispuesta a llamar a la policía cuando vio a Bob parado delante de ella.

- Bob, gracias a dios que estas bien- se tranquilizó Sally al ver a su marido

- Por supuesto que estoy bien- le respondió Bob con un tono de voz apagado, casi como si estuviese adormilado, emitiendo una mueca que intentaba simular una sonrisa, añadió- ¿Por qué no habría de estarlo?

- Me pareció ver algo allí afuera- le contestó Sally volviendo a mirar por la ventana

- Está bien, no hay nada de qué preocuparse- le contestó Bob tomando su taza de café, tras beber un poco, hizo una mueca de asco y decidió ponerle un poco más de azúcar, casi vació el azucarero cuando pudo disfrutar del café

- ¿Donde está Jimmy?- le preguntó Sally, volviendo a sentirse nerviosa debido al errático modo de ser de su marido

- Jimmy está bien- le contestó Bob sin dejar de beber su café azucarado- se encuentra jugando con los demás

- ¿Con los demás?- le preguntó Sally confundida y un poco aterrada

- Sí, con los demás... oh mira, ahí llegó Jimmy y trajo compañía

Sally vio a un costado y se horrorizo al ver a su hijo al lado de dos enormes cosas que parecían insectos.

- Hola Mamá- la saludó Jimmy con una sonrisa alegre- te presento a mis amigos, ellos quieren jugar contigo

Las criaturas se abalanzaron sobre Sally mientras ella gritaba de horror al verlos, la ventana se manchó con su sangre mientras el sonido grueso de aquellas cosas se oía a lo lejos y varios de esos monstruos se encontraban del otro lado de la ventana.

La invasión había comenzado.

WORMSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora