CAPITULO 9: LA VISITA DEL SHERIFF

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Se encontraba a mitad de camino cuando vio, a la distancia, el coche de Trevor aparcado cerca de la carretera. Deteniendo la patrulla, Garrison se bajó del auto y se acercó a aquel vehículo rojo. Se encontraba vacío y no había rastro de sus ocupantes, pero los asientos se encontraban llenos de sangre. Mirando aquella escena con sorpresa, Garrison supo que Bob les había hecho algo a los muchachos. Primero pensó en llamar a los refuerzos, pero se contuvo de hacerlo porque ¿Qué tenía en contra de Bob fuera de ese automóvil lleno de sangre? Sí, los muchachos fueron asesinados en su propiedad y sí, era posible que él fuese el responsable pero también era posible que aquello solo fuese una coincidencia. Que aquel coche estuviese allí no decía nada y bien pudo haber sido cerca de la granja de Bob como también cerca de la granja de Marley al otro lado de la ciudad. Cualquiera, incluido uno de los muchachos desaparecidos, podría haber hecho eso y hasta no tener una evidencia concreta con pruebas de ADN, algo que requería laboratorios que Louisville no poseía ni de broma en ese momento, entonces Bob era tan inocente como una frágil mariposa.

Dirigiéndose a su coche, se sentó en el auto y pensó, por un momento, en llamar a los demás para hacer el informe obligatorio cuando, repentinamente, le pareció ver algo moverse entre los sembrados. Lo vio por un momento por el rabillo de su ojo, pero lo vio y sacó su revólver mientras gritaba:

- ¡Policía, alto!- sin embargo nada contestó a su llamado y todo se mantuvo calmado. Tomando la radio, dijo- central, aquí Garrison, encontré el coche de los muchachos desaparecidos. Se encuentra cerca de la granja de Bob, no hay rastro de los jóvenes pero el automóvil se encuentra lleno de sangre. Voy a ir a hablar con él, cambio

Encendiendo el coche, se dirigió a donde estaba la granja de Bob porque sabía que había visto algo y era mejor interrogarlo ahora mismo antes que esperar a que el principal sospechoso de un asesinato se le escapara.

Era medio día cuando el coche del Sheriff Tom Garrison llegó a donde estaba la granja de Bob quien se encontraba bebiendo una lata de refresco de la marca Cola Rider, observando con una sonrisa a Garrison, lo saludó con un tono gracioso y divertido:

- Hola Sheriff, bienvenido ¿Qué lo trae por nuestra granja?

- Venía a hablar contigo- le contestó Garrison bajando del coche y acercándose a Bob mientras se quitaba el sombrero- dejaste tu camioneta en el pueblo y dios sabe que amas mucho a esa camioneta, motivo por el que vine aquí para informarte que ahora se encuentra en la estación de policía

- Sí, lo que ocurrió es que a la vieja Betsy se le había estropeado la batería- le contestó Bob sin perder sus sonrisa

- Y que encontramos un coche en el que viajaban dos muchachos, que ahora están desaparecidos, con sangre en su interior- continuó Garrison con un tono más serio

- Lamento oír eso Sheriff, pero... ¿Qué tiene que ver eso conmigo?- le preguntó Bob con un falso tono de sorpresa, como si aquello le pareciese lo más divertido del mundo

- Que encontramos el coche cerca de tu granja- sacando una libreta de anotaciones, le preguntó- ¿En donde estuviste la noche anterior, entre las nueve de la noche hasta la una de la mañana?

- Estuve en los festejos, usted me vio todo el día- le contó Bob con tranquilidad, como si aquello ni le molestara- incluso estuve durante los fuegos artificiales. Después de eso, tuvimos problemas para hacer funcionar a la vieja Betsy y decidimos volver a casa caminando, mi esposa e hijo pueden confirmarlo

- ¿En dónde está tu hijo?- le preguntó Garrison mientras observaba el granero de Bob debido a que le había parecido ver algo en su interior

- Se encuentra en su habitación, ¿Quiere que lo llame?

- Por favor- le pidió Garrison. Bob se dio la vuelta y fue a buscar a su hijo

Aprovechando el momento de distracción, Garrison desenfundó su pistola y fue lentamente hasta el granero. Estaba seguro de que algo malo estaba pasando allí dentro. El calor del medio día lo hacía sudar, solo que este era un sudor frío debido a que se encontraba demasiado tenso como para notar la falta de viento junto al graznar de los cuervos, pero no tanto como para no notar el fétido olor que salía del interior de aquel granero seguido de aquellas enormes lonas en el suelo, que tapaban enormes bultos que se encontraban uno al lado del otro, y uno de ellos se movía.

- Sabe Sheriff, tal parece que ese dicho de que la curiosidad mató al gato no es del todo cierta- le habló Bob a sus espaldas, Garrison se dio vuelta ni bien le habló pero recibió un escopetazo en el rostro que le destruyó la cara, dejando en su lugar un amasijo rojizo lleno de huesos, carne y dientes junto a un ojo salido que colgaba a un costado del rostro. Acercándose al cuerpo, Bob añadió- porque también puede matar a los humanos- largando una pequeña risa, Bob miró al granero y le dijo al bulto que se movía- ya sabes qué hacer

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