CAPITULO 4: EL LOCO PHIL

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- Me dijiste por teléfono que tenías algo que mostrarme- los saludó Walter entrando a la pequeña granja de Phill Wallers, mejor conocido como el Loco Phil

- Así es- le contestó Phil aun manteniéndose sentado en su silla con los pies sobre la mesa y un periódico cubriéndole el rostro- pero no sé si debería mostrártelo

- Has como quieras, mientras tengas cerveza en el refri, haré de cuenta que no vine hasta aquí en vano

- ¿Cerveza azucarada?- le preguntó Phil a lo que Walter exclamó

- ¡Por dios, no! ¿Quién mierda tomaría esa porquería?

- Alguien que no es humano- sonrió Phil quitándose el periódico de la cara y levantándose de la silla mientras lo saludaba- felicitaciones Wallie, pasaste la prueba

- ¿Cual prueba?- le preguntó Walter confundido

- Ya lo sabrás- caminando hasta donde estaba el sótano de su casa en las afueras del pueblo, añadió- ahora sígueme, tengo algo que mostrarte Wallie, te aseguro que te volverás loco cuando lo veas

Acercándose a una puerta de metal con un grupo de botones blancos con 10 números escritos en rojo que iban del 0 al 9, Walter siguió al Loco Phil hasta su bunker de emergencia. Apretando los números, Phil destrabó los cerrojos de aquella puerta de metal al introducir aquella combinación y la abrió.

Muchos en el pueblo decían que Phil enloqueció después de haber participado en Bahía De Cochinos en el 62 y haber presenciado en primera persona el asesinato de Kennedy en el 63. Ex miembro de los Marines y del servicio secreto, Phil había visto mucha mierda rara durante sus años de servicio, desde increíbles operaciones militares y de espionaje hasta... ¿Ovnis? Muchos creían que él había estado involucrado en el incidente de Roswell en el 45 cuando contaba con 20 años y ahora con 69 años, aquel viejo loco actuaba cómo el típico loco con sombrero de aluminio que decía que los extraterrestres estaban entre los demás. Sin embargo a Walter le gustaba estar con él porque era lo más cercano a un amigo que pudo haber tenido en la vida.

- ¿Qué me querías mostrar?- le preguntó Walter siguiendo al viejo loco de Phil

- Hace unos meses atrás pude contactar a un viejo amigo mío del servicio secreto, ya sabes, quien estuvo involucrado en la operación Goranger allí por el setenta y cinco- le contestó Phil prendiendo las luces y acercándose a una lona de color castaño que parecía estar ocultando algo

- Eso fue un programa de televisión, viejo- rió Walter tras oír las ocurrencias de su amigo

- Eso es lo que ellos quieren que creamos- le contestó Phil comenzando con sus fantasías conspiratorias y de película de espías de los 50- en realidad los Gorangers fueron reales y pelearon contra los comunistas en el setenta y cinco hasta que lograron vencerlos pateando su rojo trasero de Japón

- Sí tu lo dices- sonrió Walter, acercándose a la lona- ¿Qué es esto?

- Mi más reciente adquisición- le contestó Phil tomando la lona con sus arrugadas manos- veras, mi amigo pudo mover algunos hilos junto a uno que otro contacto que les debía un favor y por fin me pudo conseguir este juguetito

Sacando la lona, Phil le mostró a Walter su más reciente artilugio: un misil atómico.

- ¡¿De dónde mierda sacaste esto?!- exclamó Walter sorprendido al ver aquel ancho y largo misil de cinco metros de largo y un metro de alto

- Ya te lo dije, un amigo mío me lo dio hace unas semanas atrás- le contestó Phil con un tono de enojo debido a que estaba cansado de que no lo tomaran en serio- se las pudo arrebatar a un grupo de payasos que se hacen llamar Shocker, un grupo nazi o algo así que desea dominar el mundo. Por algún motivo creyó que era buena idea esconderlo en mi bunker, el último lugar que esos payasos buscarían

- ¿Y por qué me lo estas mostrando Phil?- le preguntó Walter sorprendido por tal acto de confianza

- Soy un viejo, Wallie- le contó Phil tapando nuevamente el misil- puede que no me queden muchos años de vida por delante y si los comunistas llegan a encontrar este artefacto...

- Hay quienes creen que Gorgachov está dispuesto a firmar la paz con Estados Unidos y disolver el Comunismo- le contó Walter, molestando aun más a Phil

- De todos modos siempre hay un cabrón, primero fueron los Nazis, luego los Comunistas y después vinieron otros payasos con nombres raros como Destron o Shocker y si ellos se hacen con algún tipo de control entonces es bueno saber que existe este haz en la manga- le contó Phil dirigiéndose a la salida del Bunker- por eso fue que mande a construir este lugar en el sesenta y cuatro, para poder guardar nuestras cartas ganadoras cuando llegase el momento de usarlas

- E imagino que me quieres pasar la responsabilidad cuando no estés, ¿Verdad?- adivinó Walter siguiéndolo a la salida

- Sí, podría decirse- sonriendo Phil le preguntó- ¿No querías una cerveza, Wallie?

Tras un momento de silencio, Walter salió del bunker y le contestó:

- Sí, ¿Por qué no?

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