-¡Llegué!- aviso de mi llegada entrando a mi cuarto.
Voy a mi baño liberándome de todo lo que tenía puesto y entrando a la ducha.
Hoy quise consentirme un poco ¿Soy la única que la carga mental la deshace haciendo su selfcare routine?
Depilé mi cuerpo entero, exfolié, apliqué un aceite y lavé mi pelo.
Puse una toalla en mi pelo mojado y me paré frente a mi wash-in cepillando mis dientes, busco mi jabón líquido de la cara en el gabinete y procedo a hacer mi skin care routine.
Salgo del baño secando mi pelo con la toalla parándome frente a mi clóset, tiro la toalla a la cesta de la ropa sucia y me acerco a la gaveta donde está mi ropa interior.
Me pongo unas bragas, me coloco la pijama y voy a mi secador, no quiero tener mi pelo mojado.
-Amor, ya está la cena, cuando te desocupes baja- casi se iba cuando la paré.
-¿Podemos hablar?- el nerviosismo atacó mi cuerpo y ella asintió yendo a mi cama.
Respiro hondo y me doy vuelta a ella viéndola, muerdo mi labio intentando ignorar mi corazón que late como loco.
-Sabes que te tengo mucha confianza y que todo lo hablo contigo...- me freno respirando.
-Si mi amor-.
-Quisiera que nada cambie entre tú y yo, eres mi luz junto a Axel y no quiero perder eso, no a ti- mis ojos empiezan a producir lágrimas y su rostro se transforma en preocupación y confusión.
-Dime mi firefly, tranquila-.
Reúno el valor suficiente para que de mi boca salgan las palabras que por tanto tiempo han sido encadenadas.
-Me gustan las nenas ma- ella abre sus ojos de la sorpresa. Mi miedo se hizo mayor y empecé a temblar imaginando lo peor.
-Bueno mi amor... Yo muchas veces lo pensé- ¿Qué dices?-.
-¿Qué?-.
-Nunca me hablaste de ningún niño, siempre me decías que una amiguita esto que una amiguita lo otro... Cuando iba a buscarte donde jugabas vi como mirabas a la hija de los Williams y lo deduje...-.
-Mami yo...-.
-Mira amor...- ella se paro de mi cama acercándose a mi, tomando mis manos- Cuando Axel me contó yo sentía que mi mundo se derrumbaba porque yo nunca aprendí eso, toda mi vida me dijeron que eso era algo de lo cual debías ser castigado... Vi muchos casos horribles y cuando tu hermano me lo dijo eso vino a mi mente. No quería que mi hijo fuera de esos niños que aparecían muertos porque sus padres los mataban, o de esos niños suicidas que no tenían apoyo, o de esas personas a las cuales golpeaban por sus gustos... Eres mi hija cielo y yo siempre voy a velar por ti, no tienes que temerme con nada-.
El aire volvió a mis pulmones y sonreí para mamá.
Pero luego pensé en papá y el miedo volvió a mi.
-Mami... Papá- el miedo se manifestó en mis ojos y ella suspiró.
-Eso si es un tema preocupante mi amor, pero veremos que podemos hacer, no quiero a mi hija fingiendo algo que no es-.
No puedo dormir.
Prendo mi celular viendo la hora.
Tres de la mañana.
Suspiro y miro mi techo, siento mi estómago rugir y me levanto para ir a la cocina y preparar algo.
Me preparo unas quesadillas y saco un poco de jugo de china, subo a mi cuarto sentándome en mi cama. Pongo el plato en mis piernas y el jugo en mi mesita de noche.
Muerdo mi quesadilla mirando por mi ventana, termino lo que preparé y voy a la ventana viendo el cielo.
A mi llega un poco de frío y me abrazo a mi misma para intentar darme calor.
Oigo ruidos y bajo mi mirada del cielo viendo a Victoria con un hoodie sentada en la acera de la casa de los Williams.
¿Qué hace sola a estas horas?
La sigo mirando pensando como llamar su atención, no puedo gritar porque si no mis padres despiertan y no quiero eso.
Agarro un hoodie pasándolo por mi cabeza, cierro la puerta de mi cuarto y bajo las escaleras lento. Voy a la puerta y empiezo a voltear la perilla suave para no hacer ruido. Miro que sigue ahí jugando con unas piedras y cierro la puerta suave detrás de mi.
Veo a la ventana del cuarto de mis padres y todo bien.
Cuando doy un paso la luz de las lámparas de la calle me da haciendo que Victoria sienta mi presencia subiendo la mirada y sonriendo al ver que era yo.
Paso al lado de la calle en donde está y me siento a su lado.
-¿Qué haces aquí?- me pregunta mirándome un segundo y devolviendo su mirada a las piedras con las que juega.
-Eso debería preguntarte yo a ti- asiente.
-No puedo dormir ¿Tú?-.
-Tampoco-.
-¿Cómo sabías que estaba aquí?- me miro y yo viré mi mirada a ella.
-Te vi por la ventana de mi cuarto-.
-Oh claro... Que estúpida soy- ríe bajando la cabeza y yo la miro, es muy hermosa.
Mi silencio causó que me volviera a mirar y me encontró mirándola, le sostuve la mirada porque en verdad estaba hipnotizada viéndola.
Veo sus labios moverse y luego pasa una mano por mi cara sacándome de mis pensamientos. Ríe.
-¿Tengo algo?-.
-Eh... ¿Eh?-.
-Que si tengo algo en la cara, quizá no sea tan bonita como tú pero ni tan mal que me vea eh- vuelve a reír.
-Oh no... No no discúlpame, me fui pa las nubes- volteo mi cabeza y miro a mis pies.
-Tranquila. It's okay- sube sus hombros en forma de que le daba igual.
-Leche- digo y ella me mira.
-¿Qué?-.
-Leche y galletas, para que duermas... Y escuchar música, me ayuda- ella asiente.
-Gracias Ross, lo pondré en práctica- le sonrío.
Ella se para sacudiendo sus pantalones y yo la veo. Me ofrece su mano para ayudarme a parar.
-Siempre- me sonríe devolviéndome el gesto.
Siempre que estoy con Victoria estoy sonriendo.
-Ya entra que puedes resfriarte- me dice y yo largo una carcajada.
-Tú también puedes resfriarte- ella ríe.
-Tienes razón baby- ríe y yo siento mi corazón latir por el apodo.
-Hablamos mañana Vic- ella me devuelve el gesto caminando y yo miro su espalda hasta que se acercó a su casa, cuando iba a entrar miro a mi dirección y la vi sonreír.
-Ya entra- me vocea y yo río.
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Contigo - Young miko
FanfictionLa adolescencia en general es muy difícil, debes afrontar muchos cambios en tu vida. Imagínate siendo un adolescente con gustos diferentes a los establecidos por la sociedad. Homosexualidad, high school y padre ignorante. Mala combinación. Pero nad...