La adolescencia en general es muy difícil, debes afrontar muchos cambios en tu vida. Imagínate siendo un adolescente con gustos diferentes a los establecidos por la sociedad.
Homosexualidad, high school y padre ignorante. Mala combinación. Pero nad...
Abro la puerta del baño y me asomo viendo directo a la mesa, las chicas todas están hablando entre ellas.
¿Qué?
¿Qué mierda?
Vuelvo al wash-in y tiro agua tres veces a mi cara, cuando siento que es suficiente salgo a encontrarme con mis amigas.
Veo que ya todas están comiendo así que me siento en silencio, paso todo el rato sin prestar atención por pensar en la situación del baño.
¿Me imaginé a Victoria confesando sus sentimientos?
¿Fue producto de mi imaginación?
Eso provoca un mal sabor en mi boca, es la única manera en que la peli rosa y yo estaríamos juntas.
El timbre suena y la primera en pararse y salir de la cafetería soy yo, la situación me tiene desanimada.
Casi siento cómo mis ojos se llenan de lagrimas por causa de mis pensamientos.
¿En algún momento dejaré de sentir por ella?
¿Mi corazón nunca dejará de ser suyo?
¿Yo nunca dejaré de ser suya?
¿Ella será mía?
Con el pecho pesado paso el resto del día, mis clases las pasé sin prestar atención.
Cuando salgo me encuentro a mis amigas, incluso a ella, quise evitarlo pero bueno.
-Los chicos vendrán a buscarnos, quieren saludarlas- imagino que Joshua vino y al menos eso sube un poco mi ánimo.
La verdad que el chico me cae bastante bien. Los demás también.
Y efectivamente cuando llegamos a la salida están los tres y una chica.
-Hola ¿Cómo están?- le sonrío a todos y me acerco a Joshua- ¡Shot!- chocamos las manos y nos damos un abrazo.
-Iremos a mi casa ¿Quieren ir?-.
-Sí ¿Ross? ¿Vas?- niego, no quiero estar en el mismo lugar que Victoria y menos ahora.
-¿Rosaline podemos hablar?- muerdo mi labio por la pregunta de Victoria.
Le asiento y nos hacemos a un lado de todos.
-¿Estás bien? Me has estado ignorando- cierro mis ojos- Oye en serio, dime algo-.
-Estoy bien.
Dura unos segundos mirándome o juzgándome, y ríe incrédula.
-¿Entonces lo estás haciendo por el beso? ¿Te arrepientes?-.
Quiero gritarle y decirle que no, que es lo que siempre quise todos estos años, que es lo que quiero hacer todos los días, que fue lo mejor que me pasó, que la quiero, que me gusta, que en mi mente ella vive gratis.
Pero nada sale de mi boca.
Y la decepción baña su rostro.
-¿Me estás jodiendo cabrona? ¿Estás así por un simple beso Rosaline?-.
-Vic... Yo... Lo siento.
-¿Lo sientes Rosaline? ¿Qué sientes?-.
-Yo... No puedo no... Perdón.
-¿¡Qué carajo es lo que sientes Rosaline!?
-¡No debió pasar!- me doy cuenta de lo que dije y cómo tragaba saliva fuerte- Yo... Perdón no quise decir eso así... Es que me gritast...-.
-Yo si creo que lo quisiste decir... Si lo dijiste es porque lo pensabas... Genial, parece que soy y seré la única que no se arrepiente... Púdrete.
Intento llamarla y decirle que en serio no quise decir eso pero ella había corrido y montado en el carro, no me di cuenta que los demás ya estaban dentro de él.
Mis ojos producieron lágrimas y mi rostro se deformo del dolor que estaba sintiendo. No quise que las cosas pasaran así.
Frangie se da cuenta de mi rostro y baja del auto acercándose a mi.
-Ross... Ross dios ¿Qué pasó?- muevo la cabeza reteniendo mis lágrimas.
-Ve- mi voz sale ahogada- Te esperan, yo iré a casa.
-No te dejaré así- contestó y yo moví mi cabeza negándole.
-Ve... No es nada, estaré bien. Ve.
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Estoy sentada al lado de mi ventana viendo hacia ella.
Desde que llegué a casa he estado aquí, viendo la luna y llorando.
¿Por qué no pude hablar? ¿Por qué no pude decirle lo que en verdad siento?
-¡Rosaline! La cena hace rato está y no has bajad... Mi amor que pasó- mamá entró a mi cuarto y su pregunta fue un "derrúmbate"
Mis mejillas se mojaron más y mis ojos empezaban a doler.
-Mami- mi voz rota fue un llamado a que mi madre me abrazara.
Duramos unos 2 minutos solo abrazadas mientras dejaba que el dolor se manifestara. Hasta que empecé a calmarme por las caricias de mi madre en mi pelo.
-Mi amor... ¿Qué pasó?
-Mami... Me gusta Victoria Ramírez.
-¿Y que pasa?-.
-Ayer me besó y la estuve ignorando porque tenía vergüenza verla o quizá era intentando evitar que me dijera que no siente nada por mi... Antes de llegar aquí ella se acerco a mi y me preguntó que me pasaba, le dije algo que no debí decir y... Mami yo juro por la luna que la quiero, hace años estoy enamorada de ella y... Mami ¿Qué hice? Acabo de arruinarlo todo.
-¿Por qué no hablas con ella cuando estén más calmadas? Y le dices lo que sientes.
-No me va a querer hablar, no después de esto.
-Mami tienes que lanzarte y intentarlo. Hasta que no lo intentes no puedes decir que no va a querer ¿Y si sí quiere? ¿Y si está esperando por ti? No lo sabes amor, debes dejar el miedo en la gaveta y lanzarte de pecho, luego de intentarlo si no quiso escucharte tienes el consuelo que lo intentaste y no te quedaste así.
