Un Plan Perfecto *｡*♡ Adaptación Kookmin

CAPITULO 15 (FINAL)

Un mes más tarde...

Era una noche muy fría y bastante movida de domingo en Nueva York, Jungkook iba de regreso a Brooklyn junto con Jiah, ya que se había acabado su tiempo juntos y Jimin por fin se encontraba en casa luego de haber tenido una de esas citas que Tae le organizaba. El pelinegro hacía un par de meses había decidido comprar un auto propio para ahorrarse las molestias de ir y venir en transporte público, ahora lo que le molestaba era otra cosa.

Jimin saliendo con otras personas.

—A ver preciosa, tú te sentaras acá —le decía Jungkook a su pequeña hija mientras le abrochaba el cinturón del asiento para bebés—. Vas a cuidar el regalo para tu papi ¿De acuerdo? —musitó dejando a un lado del asiento una caja pequeña forrada y con un lazo.

—¡Pa-pi! —balbuceo la pequeña.

—Así es, vamos para donde papi —le dió un beso sobre la frente y cerró la puerta para rodear el auto y volver al asiento del piloto.

El resto del camino fue bastante silencioso, Jiah se había quedado completamente dormida mientras observaba por la ventana y Jungkook se mantenía pensativo sobre todo lo que había pasado los últimos meses y sobre todo lo que había perdido por ser tan ciego.

Una cuadra antes de la nueva casa, fue donde el pelinegro pudo estacionar correctamente su auto, bajó de esté y al momento en que fue a desabrochar el cinturón de Jiah, se despertó, recibiéndolo con una sonrisa grande y llena de cariño. Jungkook tomó a la pequeña en brazos para bajarla del auto y tomarla de la mano, agarró el regaló, cerró las puertas y ambos comenzaron a caminar a pasos de tortuga.

Al llegar frente a la puerta no fue necesario tocar el timbre una segunda vez cuando Jimin apareció del otro lado con una sonrisa hermosa, la misma sonrisa de siempre a la que Kook no le había prestado tanta atención. Al verlo, todo bien arreglado y perfumado su corazón se aceleró y sus orejas se tornaron rojas.

Pronto fue que el balde de agua helada le cayó sobre la cabeza, pues el rubio había estado en otra cita.

—¡Hola! —dijo cuando los vió y Jiah no dudó en correr hacia él.

—¡Hola papi!

—¡Mira qué feliz está mi princesita! —dijo con entusiasmo mientras la cargaba en brazos— ¿La has pasado bien con papá? —La pequeña asintió— ¿No me trajiste nada de comer?

La pequeña negó con un puchero en los labios y Jungkook sonrió al ver lo parecida que era a Jimin en esos aspectos.

—Muy bien, vamos a despedirnos de papá, es hora de ir a dormir —la dejó sobre sus piececitos nuevamente—. Dile adiós a papá...

—No, espera —le interrumpió Jungkook y Jimin le miró confundido—. Sé que tu cumpleaños es en varios meses, pero nunca te dí un regaló el año pasado... entonces quería darte este antes... —extendió la caja del lazo hacia el rubio.

—Gracias Kook, eres muy amable, pero no necesito que me des un regalo.

—No, no, quedatelo —insistió, esperando a que Jimin lo tomara—. Puedes tenerlo o puedes simplemente botarlo.

—Está bien —musitó tomándolo con recelo.

—Abrelo papi —musitó la niña.

—Lo abriremos después ¿Vale? —suspiró Jimin antes de volver a mirar a Jungkook—. Gracias por cuidarlo, estuve un poco ajetreado.

—No hay problema —sonrió un poco incómodo al imaginarse exactamente con que había estado ocupado.

—¿Apá queda? —escucharon la vocecita de Jiah y no dudaron en voltear a mirarla— Apá vamos a mumir —volvió a decir, está vez tomando la mano del pelinegro para invitarlo a cruzar el umbral de la puerta.