en un mundo donde el 25% de la población nace con poderes, llamada magia. Un joven llamado yuta okkotsu se une ah la organización de hechicería. donde su trabajo sera acabar con las maldiciones que se valla encontrando. pero el tendra un objetivo di...
Se podía ver a un joven de 16 años caminando por lo que parecía un bosque, ese joven no era nadie más que nuestro protagonista Yuta okkotsu. El camina tranquilamente por el bosque., ya que no tenía ninguna prisa en llegar a la capital de Japón tokio, donde se convertiría en un hechicero.
Yuta: sí que está tranquilo hoy.
Hasta ese momento, yuta no se había encontrado con esas tales maldiciones que el señor sam le decía. Pero mientras yuta más caminaba, cada vez se oscurecía más.
Yuta: ya se ara de noche tan rápido, bueno supongo que tendré que buscar un lugar donde pasar la noche.
Yuta paso 30 minutos buscando un lugar donde poder pasar la noche, y lo encontró. El había encontrado una cueva que no era tan profunda. Pero si era un lugar donde podía estar hasta el próximo amanecer.
Yuta: no es el mejor lugar del mundo. Pero es mejor que nada, bueno, tendré que sacar mis cosas.
Yuta se había quitado la mochila y empezó a sacar todo lo que necesitaría.
Yuta: saco de dormir, linterna y la comida de esta noche.
Lo que iba comer yuta de rico esta noche sería una barra de chocolate, una ya que no tenía mucha hambre esta noche.
Yuta: bueno es hora de acomodar esto.
Yuta se pasó los próximos 5 minutos acomodando todo para después dormir.
Yuta: listo, ya me hace falta nada más.
Todo iba bien. Hasta que se escuchó un ruido muy extraño.
Yuta "asustado" ¿qué es eso? Se escuchan pisadas pero muy fuertes.
Yuta estaba en alerta, hasta que decidió dar un vistazo afuera de la cueva. Pero lo que vio no era nada bonito.
Una maldición. Pero su apariencia era lo más inquietante, ya que esta maldición era una masa amorfa verde, con una boca muy grande, no tenía ojos, sus piernas eran cortas y sus brazos eran un poco más largo que sus piernas. Pero lo más inquietante, es que esa maldición traía en su boca un hombre, que no tenía piernas ni cabeza, solo tenía sus brazos y su torso. La maldición soltó el cuerpo del hombre al suelo y empezó a arrancarle los brazos para comérselos.
Yuta: que horror es esto, esa maldición se está comiendo a lo que queda de ese pobre hombre, no puedo dejar que esto continue así.
Yuta había agarrado su katana y la saco de la funda de tela, y luego le desenvaino.
Yuta: todavía no soy un hechicero. Pero si no detengo a esta maldición, ella va a seguir matando humanos para comer, y eso es algo que no puedo permitir.
Yuta: magia de oscuridad, katana oscura.
La katana de yuta empezó a volverse de un color oscuro.
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