C a p í t u l o 5

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Minerva

Antes solía hablar bastante con los muertos.

No es como si me quedarán muchas opciones gracias a nuestra habilidad, sumada a que vivimos justo al lado del cementerio local. Una gran cantidad de espíritus sale durante las noches de octubre y noviembre a pasearse por la ciudad como si nada, atraídos por las velas y el aroma de las flores de cempasúchil que son tan comunes por estos lares.

No son molestos porque solo vienen a pasar el rato como esos familiares con los que te reúnes una vez al año. Y la gran mayoría son inofensivos, así que ni siquiera me buscan.

De ellos aprendí algunas cosas interesantes. Para empezar, que la información es un tesoro valioso con el que puedes lucrar si sabes cómo. Si preguntan a cualquiera de mis compañeros de secundaria y preparatoria, probablemente digan que me recuerdan como la "médium", la vidente de Montes Negros.

Que por una módica cantidad monetaria podía adivinar tu pasado, presente y futuro. A los adolescentes les gusta lo bizarro. Sobre todo, si es la hija de la familia Duarte con una baraja de tarot en la mochila.

Así que, aunque no soy una detective, solo tengo que prestarles atención a los espíritus para sacar uno que otro dato importante. Lástima que el capitán Kevin me tenga en la mira con una maldita lupa. Si me atrapa en un lugar en el que no debo estar... me considerare frita.

Recuerdo la promesa que le hice a papá de no meterme en problemas y doy vueltas sobre el colchón, intranquila. Mientras, Jane Doe está parada a los pies de mi cama, mirándome creo.

Lanzo un bufido fuerte porque es incómodo como me observa en la penumbra igual que un perrito que tiene miedo de que su dueño se desaparezca de repente. Ojalá fuera la mitad de adorable que un cachorro.

No me queda más que hacerme un ovillo dándole la espalda e intento dormir.

~⚰️~

Cuando abro los ojos me encuentro en un lugar desconocido.

Me fijo bien en mi alrededor, que esta ligeramente borroso como si estuviera viendo todo debajo del agua. Y entonces, me doy cuenta de que estoy sentada en la parte trasera de un auto con asientos forrados de piel.

Mi amiga Jane DoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora