Capítulo 5

211 22 19
                                    

—Sargento Chase—

—¿Agente Charlie?—

El pastor alemán trabajaba en la oficina policial y centro de investigación más importante de Bahía Aventura. Ahora que se había convertido en una ciudad grande con muchos problemas de delincuencia se necesitaba un cuerpo policial digno para dicha tarea.
Y específicamente Chase fue reclutado siendo este uno de los primeros, es por eso que cumplía con su alto cargo como sargento.

—Han surgido aún más robos, secuestros y violaciones...— El sargento observaba detenidamente al yorkshire terrier, el cual sacaba papeles de una de sus muchas carpetas bien organizadas con archivos de A-Z  —Estos sucesos han aumentado notablemente según nuestros estudios, estos últimos días la gente ha estado reportando entorno a la calle Maplehurst Road y en la avenida Shadowvale Lane— El agente se colocó sus gafas tras decir aquello mirando a su superior.

El pastor alemán solo pudo suspirar y llevar su mano a su barbilla intentando "reflexionar." La verdad que él mismo admitía que estaba hasta los mismísimos huevos de la mierda de siempre.

—Señor... se que puede que no sea de su incumbencia... pero puede que haya un caso en específico que puede que a usted le llame la atención—

El policía lo reflejó curioso —Acompáñeme a mi despacho agente—

—Por supuesto señor—

Chase cerró la puerta de su pequeño cubículo de intimidad en la oficina tras la entrada del de gafas.

—Siéntate, por favor— Ordenó el pastor sentándose a su misma vez enfrente del chico, siendo esta distancia entre silla y silla interrumpida por su gran mesa hecha de una natural madera de roble.

—Resulta...— Posicionó varios papeles sobre la mesa, la gran variedad indicaba una desaparición o secuestro.

—¿Qué significa esto Charlie? Ya tenemos suficientes desapariciones como para darle más importancia a una de ellas, además...— Frotó su entrecejo ínterin agarraba los papeles concibiendo un dolor de cabeza insoportable —...se reportó la desaparición hace unas horas, no tenemos ni pruebas, ni datos, ni testigos. Si para esto querías mi atención ya te puedes largar por la misma puerta que has entrado—

—Es que... capitán...— El yorkshire bajó levemente la mirada —usted conoce a la desaparecida—

—————————————————————

—¡¡mmhq!! ¡ayummhp!!— La cocker spaniel se estaba quedando sin respiración, sentía que era su final, la estaban arrastrando hacia un callejón oscuro. Uno sin salida. Uno donde moriría, lo presentía... la violarían, la matarían y al día siguiente... o tal vez semanas se la encontrarían allí, muerta... o tal vez descuartizada.

Este era el final de su cuento "feliz." Esto era ser mujer. No poder defenderte físicamente ante un hombre, era abrumador, solo por el simple hecho de que ellos tenían más fuerza.

Skye lloraba, sollozaba, sufría, internamente siendo su vista nublada por la poca esperanza y fuerza que le quedaba al querer soportar.

La ojirosa fue tirada de un fuerte golpe al suelo, seguramente eso le causaría estragos más tarde... si es que lograba salir de esta.

Intentó gritar, pero justamente antes de que pudiera chillar, esa asquerosa mano repleta de mugre volvió a tocar y tapar su pura y limpia boca.

—Tranquila niñita... solo te tocaré un poquito... no te mataré...~ siempre y cuando no digas ni una sola palabra de esto...~—

Skye iba a vomitar. La cara de excitación de ese señor de aproximadamente cincuenta años le provocaba arcadas inminentes.

El violador no tardó en deslizar la ropa interior por las piernas de la ojirosa.

«Yo sabía que no debería haberme puesto falda... yo lo sabía...»

Ella gimoteaba, ni siquiera podía oponer resistencia, sus diminutos brazos no harían nada contra ese monstruo que la devoraría y ensuciaría poco a poco.

El señor ya estaba por quitarse su pantalón al frente de la semidesnuda y dolorida chica que desprendía lágrimas como un bebé recién nacido nada más salir de la barriga de su madre, pero al contrario de un bebé que veía la luz por primera vez... ella dejaba de verla.

Y cuanta menos esperanza residía y en el momento en el que el viejo ya estaba por meterse dentro de ella... una luz iluminó el camino de la castaña en ese callejón oscuro.

El señor salió volando tras recibir un puñetazo en la faz por alguien que Skye todavía no alcanzaba a ver.

La cocker no se lo pensó dos veces para agarrar su ropa interior, ponérsela y huir de allí. Sin embargo, cuando decidió arrancar el sprint, el nuevo hombre que apareció en escena hace segundos tomó su muñeca con fuerza.

El pulso y respiración de Skye no daba para más, ¿después de todo si que iba a acabar mal? Se moriría de la humillación, vergüenza y asco.

«Estoy sucia, estoy sucia»

Las lágrimas no terminaron de cesar para la joven hasta que él chico con capucha decidió hablar.

—Skye soy yo...— El chico echó para atrás aquella tela negra que tapaba su rostro y facciones.

—¿¡R-Rocky!?— La persona que menos esperaba del mundo entero la acaba de salvar de una violación y posible muerte. Nunca había sentido tanto alivio y sensación de un paro cardíaco tan cerca uno de otro.

—Larguémonos de aquí, no es nada seguro— El mixto sin mostrar ni una sola expresión en su carátula y sin soltar el agarre de la muñeca de Skye, se la llevó fuera de aquel callejón en dirección a su local.

Todo lo indeleble - ; Paw PatrolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora