𝖈𝖆𝖘𝖎 𝖆𝖓𝖌𝖊𝖑𝖊𝖘 : 𝖔𝖈𝖍𝖔 𝖑𝖑𝖆𝖛𝖊𝖘

30: El escudo

Sol, ya preparada para el colegio y con su pelo suelto, terminaba de dejar algunas cosas listas en el bar. En realidad estaba escondiéndose de Simón, el cual la buscaba todo el tiempo, ella no quería hablar del temita porque no sabia que quería o que le pasaba. 

En parte lo que le pasaba con Thiago era muy fuerte, algo que no se puede borrar no importa con cuantas chicas el este o con cuantos chicos salga ella. Lleva enamorada de el desde el año pasado, desde que evito que ella cayera de las escaleras, recién llegado de Londres.

El de los lunares era un sueño para Sol, haga lo que haga, el podría matar a alguien y ella le buscaría la vuelta para justificarlo, no me malinterpreten, Sol es muy inteligente y racional, pero cuando de temas del corazón se trata, principalmente de Thiago, la rubia es capaz de hacer boludeces todo el tiempo.

Y por otro lado esta Simón, un chico tan dulce y tan sensible que le dan ganas de abrazarlo todo el tiempo, Sol sentía que no podía meterse en el medio de una amistad de tantos años. Sin ir mas lejos, ella el año pasado prefirió ocultar sus sentimientos, sonreír y fingir que nada pasaba porque su amiga era feliz con Thiago y el era feliz con ella. Pero tampoco no podía evitar sentirse atraída a Simón, tenia un desorden en la cabeza y este chico no se lo dejaba mas fácil.

Cuando menos se dio cuenta, Simón estaba en frente de ella tratando de evitar que se fuera para charlar con ella.

-Me tengo que ir- dijo con una sonrisa incomoda tratando de escapar de la mirada verde.

-Sol, para- volvio a detenerla.

-Ahora no Simón- lo miraba como suplicándole que la dejara ir.

-¿Cuando entonces? Es importante lo que tengo que decir- dijo mientras ponía sus brazos a los costados de la chica, acorralándola contra el marco de la puerta del bar.

-Ya se- dijo ella mientras lo miraba tímidamente a los ojos.

¿Que?

-Si, escuche cuando se lo decías a Tefi pensando que era yo, estaba ahí- Simón hizo una mueca como arrepintiéndose de lo que paso, mas que nada porque ella se entero así- Así que no me digas esas cosas relindas que dijiste.

-¿Por que?, ¿Vos no sentís igual que yo?- una parte temía por su posible respuesta y otra parte la miraba esperanzado.

-Claro que si- dijo rápidamente, quizás se arrepentiría luego- Pero no se puede, yo no le haría eso a Thiago y vos tampoco.

-¿Y entonces que?- le decía mientras la miraba con una expresión de desespero- ¿Nos hacemos los tarados con esto que nos pasa?

-Basta Simón- le pidió la chica mientras bajaba su mirada al suelo.

-Por favor Sol- dijo mientras buscaba la mirada de la chica- No podemos seguir así.

-Tenemos que entrar- Sol quería huir, no era una situación cómoda para nada, Simón la miro por unos segundos y después dijo.

-Bueno, decime que hacemos con lo que nos pasa, porque yo no puedo caretearla mas- dijo mientras quitaba sus brazos de los costados de la chica, pero sin cortar el contacto visual- Y si, me siento una basura sabiendo que me gusta la ex de mi mejor amigo.

Ella no era la ex de nadie, pero no era momento para recalcar eso, ya lo había hecho antes.

-Basta, ya esta- dijo mientras giraba su cabeza corroborando que nadie los estuviera viendo o escuchando.

-¿Y que queres que haga?

Sol tuvo la intención de irse pero se detuvo- Lo que mal empieza, mal acaba, no hay nada que hacer, yo creo que... lo mejor es que nos distanciemos.