HASTA QUE LA VIDA NOS SEPARE

-CAPÍTULO 1. CHLOE-

Iba caminando por una calle de Paris y el ruido de mis tacones resonaba de fondo. Tenía frío, aquel vestido negro de tirantes no era el más adecuado para esta época del año. Fue entonces cuando lo oí. Los gritos desgarradores de una pobre chica. Estaba acorralada por un hombre que la amenazaba con un cuchillo.

Sin pensármelo dos veces, corrí hacia el otro lado de la acera y me coloqué detrás del hombre. Le propiné una patada en el centro de la espalda y se derrumbó con un quejido. La muchacha me miraba como un cordero degollado y me fijé en que tenía el vestido levantado.

Oh no. La había tocado.

Sin poder reprimir mi rabia, cogí el cuchillo de propio hombre y lo clavé varias veces sobre él. La sangre me salpicaba la cara, pero no me importaba. Estaba harta de esos episodios.

No paré hasta que estuve segura de que estaba muerto. Sin dejar de mirar al cuerpo, cogí la mano de la chica y le solté unas cuantas monedas.

-Huye, por favor- casi le supliqué- corre con tu familia.

La chica, aún confusa, me dio un fuerte abrazo y se fue corriendo.

Suspiré y cogí de las piernas del hombre para meter su grande cuerpo en un callejón. Salí de él y en la otra acera me di cuenta de que un hombre me observaba.

Nos quedamos mirando fijamente y el dio un paso al frente que me bastó para salir corriendo como si me persiguiese el mismísimo Satanás. Ya en mi casa, tumbada en mi habitación, no podía dejar de pensar en que alguien me había visto.