-CAPÍTULO 9. CHLOE-

6 4 1
                                    

Ese tío era idiota. No había más palabras para describirlo. Buno, la verdad es que sí; imbécil, arrogante, guapo...

Lo último era cierta, tenía unas facciones muy bonitas; nariz recta, labios carnosos, mandíbula marcada...

Si al final te habrá dolido pegarle y todo.

Pero lo había arruinado todo (aún más) soltando ese comentario. Quizás a otra persona no le hubiera supuesto tanto, pero si a mi. Mis padres me habían enseñado a no depender de alguien y menos si ese alguien puede hacerte daño. Ese era el caso de ese chico.

Me prometí a mí misma no volver a tenerlo delante para no incumplir la promesa de mis padres. Por el bien de Noah y mío, me tenía que centrar en el trabajo y en llevar dinero y comida a casa. Bastante tenía yo ya como para preocuparme también de un pijo egocéntrico.

Me puse el pijama, cené y ya en la cama, rompí mi promesa y soñé con el chico rubio de ojos verdes.

HASTA QUE LA VIDA NOS SEPAREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora