Ese tío era idiota. No había más palabras para describirlo. Buno, la verdad es que sí; imbécil, arrogante, guapo...
Lo último era cierta, tenía unas facciones muy bonitas; nariz recta, labios carnosos, mandíbula marcada...
Si al final te habrá dolido pegarle y todo.
Pero lo había arruinado todo (aún más) soltando ese comentario. Quizás a otra persona no le hubiera supuesto tanto, pero si a mi. Mis padres me habían enseñado a no depender de alguien y menos si ese alguien puede hacerte daño. Ese era el caso de ese chico.
Me prometí a mí misma no volver a tenerlo delante para no incumplir la promesa de mis padres. Por el bien de Noah y mío, me tenía que centrar en el trabajo y en llevar dinero y comida a casa. Bastante tenía yo ya como para preocuparme también de un pijo egocéntrico.
Me puse el pijama, cené y ya en la cama, rompí mi promesa y soñé con el chico rubio de ojos verdes.
ESTÁS LEYENDO
HASTA QUE LA VIDA NOS SEPARE
RomansaTrata sobre dos personas. Chloe, tras la trágica muerte de sus padres, busca la manera de sobrevivir y se vuelve asesina a sueldo de males del mundo. Todo le va bien hasta que aparece Alex, el niño rico, hijo del dueño de los hoteles más famosos de...