Capítulo 20: Buenas Personas, Malas Personas... Y También Eris

164 23 0
                                    

1

Estoy arrodillado en el mojado suelo de algún lugar de Rikaris, mi corazón se comprime y todo me da vueltas. Confundido por una sensación indescriptible que me inunda, miro mis palmas que tiemblan y gotean un líquido carmesí… con mis manos y rodillas empapadas de sangre lo único que puedo pensar es

¿Cómo es que terminamos así?

2 (2 Horas antes)

Pop

Es el sonido que hace el aire en los cachetes de Eris, cuando la pincho con mi dedo índice.

Jum” Eris Resopla con los brazos cruzados “Deja de tratarme como una niña”

“Lo siento, es sólo que te ves linda enojada”

“¡!” Ella me da un puñetazo en toda la cara.

“Uuu” Me sobo mi mejilla mientras levanto mi cara “¿Y eso por qué fué?”

“¡N-no me digas esas cosas tan a la ligera!” Eris se da la vuelta molesta, negándose a decir más.

“Venimos por un trabajo” Dice Ruijerd, haciendo que me dé cuenta que ya nos han abierto la puerta de la casa frente a nosotros, donde veo a una pequeña y adorable niña con lengua de serpiente además de una larga cola cubierta por escamas asomándose a su espalda.

Rápidamente me acerco para seguir la palabra de Ruijerd.

“Buenas tardes, ¿tú nombre es Masel?”
“Si, ¿q-quienes son?”
“Ah, cierto”

Cuando Masel me lo recuerda, me presento inclinando mi cuerpo levemente y con el puño en el pectoral izquierdo cuál noble “Mi nombre es Ludeus, y somos los aventureros que aceptaron el encargo de la mascota perdida”

“Y-ya veo” Masel se ve algo confundida   —¿Tal vez porque nadie de esta parte del mapa usa un saludo tan raro? Hm— “¿Ustedes buscarán a Mii-chan?” Dice ella cuando deja de mirarme raro.

“Por supuesto, aunque antes necesitamos saber un par de cosas para no confundirla con otra… ¿Es un gato no?”

“Si, es así de grande” Masel extiende sus manos como si el dichoso gato fuera una pantera negra. “Es de color negro”

“Anda”
“Nunca se había ido lejos, hasta que se perdió”
“¿Cuando fué eso?”

“Hace 3 días no la veo, estaba ayudando a mi mamá a…” Comenzó a hablar sin parar de todo lo que hizo ese día “Y luego llamé a Mii-chan como siempre pero no vino”

Al final terminé teniendo una conversación un poco más larga de lo que debería, perdiendo el rumbo de lo que se supone que vinimos a hacer.

“¿Cómo se llamaba tu raza?”
“Houga, ¿y tú qué raza eres? Nunca había visto a alguien así”
“Oh, yo y Eris somos humanos, venimos del continente central”

“Hmm” La sonrisa de Masel se nubla un poco.

“¿Pasa algo?”
“No… Bueno, ¿los humanos no son malas personas?”
“Las personas son personas, malas o buenas independientemente de su raza, aunque he conocido a otros humanos malos también, he conocido bastante más que son buenos”
“¿De verdad?”
“Si, hasta conocí a un elfo y a una hombre bestia, no es como si fueran diferentes por su raza”
“Pero… pero los S-supard son malos”

Masel parece sentir miedo sólo de decir la palabra Supard en alto.

“¿Estás segura? ¿Has visto uno?”
“No pero…”
“Pero hace un momento pensabas que los humanos eran malos, creo que cambiarías de opinión si encontraras a un Supard bueno”
“Hmm”
“¿Y si fuera un Supard el que encontrara a Mii-chan no le darías las gracias?”
“No… bueno… no lo sé”

Kensen Tensei: Wholesome ReincarnationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora