Capítulo 32: Padre e Hijo

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Volví a la posada Luz del Alba a media noche.

"¿Acaso pasó algo?"

Eris estaba dormida como un bebe sobre su cama, Ruijerd, por otro lado estaba alerta como siempre, nada más abrir la puerta podía sentir su mirada, pues claro, con lo oscuro que está no hay manera en que pueda verle el rostro.

"... No quiero hablar de eso"

El intercambio fué corto, cuando terminó fuí al baño, había tenido suerte de que estuviera oscuro y que no se me notaran las marcas de lágrimas, ni las manchas de tierra en mi ropa, aunque de todas formas, estoy seguro que el tono de mi voz y el olor a sangre en mis nudillos es suficiente para delatarme.

Estuve buscando la posada donde se quedaba Padre y su grupo todo este tiempo sin éxito alguno.

(Por supuesto que no la iba a encontrar ¿Qué esperaba después de salir corriendo y de ni siquiera memorizar el nombre o el camino hacia el lugar?... Estaba más ocupado prestando atención a esas gafas de mierda... Ah, maldita sea, la información de contacto debía estar en el gremio... Si pudiera dejar de ser un estúpido inútil por tan sólo 5 minutos... Me lleva la...)

Por otro lado, lo único que me encontré fueron matones de cuarta, ladrones y secuestradores de niños...

(Por supuesto que iban a intentar atacarme a mí, un niño vagando en la noche por los barrios bajos de la ciudad, tendrían que ser unos criminales muy estúpidos o muy inútiles como para no intentarlo)

Después de eso, como soy un incompetente y no conseguí hacer nada, me puse a golpear un muro sólo para sacarme la rabia y la frustración de encima, porque era eso o desquitarme con el siguiente matón de pacotilla... Y luego, claramente, me puse a llorar de nuevo en algún callejón.

(No soporto este maldito cuerpo de mierda, ¿Cuántos años más necesito para poder vivir con tranquilidad? ¡¿Por qué estoy tan...?!)

Ss-rack

Desgarré el trapo que estaba usando para secarme las manos.

"Maldición" Murmuré mientras arrojaba ambos pedazos al lugar donde lo recogí.

Intentando mantenerme al margen del maremoto de emociones que significó el día de hoy, me recosté en mi cama, claramente abrazando mi espada, como siempre que me siento mal, probablemente porque extraño a mi Madre, probablemente porque quiero llorar, porque quiero patalear como un infante de 11 que está sólo, sin su familia, y que se siente culpable por no haber hecho nada al respecto.

Probablemente.

Porque yo no tengo 11 años, por mucho que me gustaría.

2

Me levanté de la cama a la misma hora que los demás despiertan, aunque antes había usado magia curativa en mis ojos para ocultar que no dormí nada en absoluto, seguramente Ruijerd me escuchó hacerlo, es eso o simplemente me mira preocupado por la cara de mierda que tengo.

"¡¿?!"

Y Eris... La reacción de Eris fué un poco más dramática y abrupta, con solo verme la cara un momento fué suficiente para venir corriendo hacía mí.

Kensen Tensei: Wholesome ReincarnationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora