Kensen Tensei: Wholesome Reincarnation

Capitulo 51: Confianza

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Desperté a medio día.

Había pasado la noche anterior en vela con Shera haciendo cuentas, planes y demás cosas que involucran números; también hubo algunos chistes malos de por medio que sólo me causaron gracia a mí. Una noche agradable sin lugar a dudas.

Se sentía cómo algo que ya había hecho antes, pasar toda la noche conversando con un amigo sólo divirtiéndonos. Honestamente, tengo esta sensación de que alguien va a venir a darme una llamada de atención por no dormir nada en absoluto durante la noche. Es muy extraño, en ese punto ya no recuerdo casi nada de la vida de Dan pero estás sensaciones de familiaridad no dejan de aparecer.

Cómo sea, no es bueno enfocarse mucho en eso, sólo conseguiré atraer más recuerdos y problemas que no me interesan. Tengo hambre y eso es más importante.

Mmmm...

Agotado aún después de sentir que había estado durmiendo por un largo tiempo, estiré mi cuerpo para salir de la cama, que constantemente me seguía jalando hacia ella, como si se negara a soltarme.

Levantándome sin un gramo de energía, no conseguía ni dejar de encorvar la espalda. Aunque eso es lo de menos. Tenía que hacer mi rutina de siempre: Levantarse de la cama; tomar la ropa; tomar un baño; y bajar al primer piso a desayunar. La única diferencia que había el día de hoy es que era muy tarde para considerar un desayuno, y que tendría que saltarme hasta la comida.

Eso y que el baño estaba ocupado.

No había necesidad de esperar afuera siendo que podría bajar directamente a comer, pero aún así decidí recargar mi espalda en el pasillo frente a la puerta y aguardar hasta la salida de la persona de dentro.

Sólo ahí, con mis codos sobre mis rodillas, y mis manos sosteniendo mis cachetes, esperé junto al cambio de ropa hecho bola que tenía a mi izquierda.

Después de alrededor de un par de minutos, parecía que la persona adentro del baño había terminado sus actividades, girando la perilla de la puerta para abrirla.

".../..."

Si, era Shera.

No quiero sonar a que me estoy excusando, pero estaba más dormido que despierto en ese momento, y es por eso que no se me ocurrió que siendo tan tarde la única persona que podría estar dándose un baño era ella, porque desde mi lugar podía darme cuenta claramente que lo que estaba haciendo era darse un baño.

Estaba tan adormilado que aún viéndola a la cara no reaccioné para apartar la mirada, como un zombie que no es consciente de sus propias acciones, no, más bien, cómo una computadora muy lenta que se había forzado hasta sobrecalentarse y explotar.

Shera estaba vistiendo como siempre de un manto azúl casi incoloro, uno que al igual que toda su ropa le cubría por completo su cuerpo, pero eso no es importante, tampoco lo es que tiene un collar debajo de la túnica del que no me había percatado hasta ahora, no, lo único que importa es que su pelo húmedo estaba recogido hacia atrás, lo que me permitió verle el tercio superior de su rostro, ese mismo que siempre aguarda tapado por su fleco particular, un evento fortuito casi milagroso.

Con todo esto en consideración, la conclusión era una y sólo una.

Mi cerebro se negó en rotundo a hacer su trabajo, tomó las llaves del coche y se fué de vacaciones, dejando vía libre a mis ojos de hacer cuanto quisieran con la majestuosa obra de arte que se mostraba ante ellos.

En consecuencia, Shera se tapó su enrojecida cara con el antiguo cambio de ropa que llevaba en las manos y salió del lugar a toda prisa.

...