Capitulo 47: Sueño Dulce

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1 Pov: Muerte

Estoy sólo, en una habitación vacía, en un lugar que he usurpado, mirando en un espejo de tres partes el reflejo de un cuerpo que no me pertenece, un cuerpo apaleado, explotado, cortado, soldado, abollado, quemado, ultrajado y cosido con retazos de un cuerpo muerto; una mancha negra que debe de ser borrada y la suma de las partes de una historia que no recuerdo en su totalidad.

Todo lo que soy, todo lo que puedo recordar, es una historia horrenda sobre cómo arruiné todo, una, y otra, y otra vez.

No se suponía que eso pasara, no se suponía que debía convertirme en un villano, yo sólo quería ayudar, sólo quería ser feliz, hacer feliz a los demás.

Lo recuerdo, lo recuerdo perfectamente todos los días.

Yo pensaba que éramos distintos, que no había algo malo con nosotros, que juntos podríamos superar nuestros miedos…

Pero eso sólo fué un sueño fugaz, pues hoy, como todos los días, me odio, más que ayer, menos que mañana.

No quiero ser este monstruo, sin embargo, yo soy lo que soy.

No busco la expiación, no tengo interés en justificar mis crímenes, no me atrae provocar el sufrimiento a otros, no disfruto de reír a carcajadas ante la pena ajena.

Pero es exactamente por eso que debo de hacerlo.

Debo sufrir, más, mucho más, mientras que siga respirando debo de sufrir.

No importa cuántas veces tenga que reír para no caer en el llanto, yo no merezco una sola lágrima que pueda aliviar mi dolor.

No puedo dejar que este cuerpo se ahogue en la inmundicia y pierda su capacidad de oscurecerse, requiero de limpiarlo periódicamente con hechizos de curación para mantener su luz intacta.

No puedo caer derrotado, por la plaga, mis enemigos, o por la edad, yo viviré, viviré un día tras otro, frenando y restituyendo los daños producidos en las células de mi cuerpo para mantenerme joven para siempre.

No puedo acostumbrarme al dolor, debo de sentirlo vividamente con cada molécula de mi ser.

Yo cargaré el pecado para que nadie más tenga que hacerlo, encerrare cada parte de él por pequeña que sea en mi mismo, y subsistiré en este trozo de lo que alguna vez fué un alma entera hasta que todo haya terminado.

Este es mi propósito.

“Mi señor” Mientras meditaba sin camisa frente al espejo, una mancha de luz apareció reflejada en él, acompañada de una desolada voz.

“¿Acaso no fuí claro?” Giro mi cuerpo ante el intruso que invade la habitación con su luz resplandesciente, para observarlo de frente.

Ante mí se encuentra postrado un ser alado, estando este vestido de un traje caracterizado por un color blanco uniforme, presente en sus zapatos, chaleco e incluso en su piel, siendo la única variable a estos colores el dorado encontrado tanto en las plumas de sus cuatro alas, como en el cabello sobre su cabeza; tonos que son rápidamente intercambiados por el mismo café que había visto en el espejo, acompañado también por un cambio de pigmentación en su piel que forma la apariencia de un simple mesero con dos pares de alas de paloma.

“Regresa al laboratorio ahora mismo”
“Pero padre, por favor escúchame, el enemigo llegará pronto y-”

“¡¡Te he prohibido decirme así!!” interrumpo a mi desobediente creación, dejando que su cara atraviese el suelo tras haberlo aplastado con mi bota, notando como sus alas se agitan con temblores.

Kensen Tensei: Wholesome ReincarnationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora