Capítulo 35: Shirone

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Shirone… No es como que me importe la historia de este país, tampoco tenía información de él en Recorriendo el Mundo, el libro que leí de pequeño; por lo tanto, es natural para mí decir que no conozco la mayoría de la historia, lo único que sé es que tiene alguna especie de alianza con el Reino del Rey Dragón, y esa es la principal razón por la que no lo han destruido en los 200 años que lleva en pié tan cerca de la zona de conflicto al norte de aquí.

En fin, la capital de Shirone es Lakatia, nuestro destino, todas las demás ciudades no nos interesan en lo más mínimo.

¿Por qué es ese nuestro destino?

Le envié una carta a Roxy informándole sobre nuestra situación hace tiempo, justo después de mi discusión con Eris. En mi carta le expliqué que desconocía el paradero de mi familia y solicitaba su ayuda para poner una misión en el gremio de aventureros de la capital, tal como tenía planeado hacer en cada pueblo que pisemos mientras recorremos el reino de Shirone.

Siendo franco no esperaba una respuesta de Roxy, pero hoy mismo, cuando estábamos por abandonar la primera ciudad de Shirone, me llegó una carta.

“¿Qué es lo que dice?” Eris está ansiosa mientras abro el sobre que contiene la carta.

“Déjame ver… Querido Ludeus, he encontrado a dos miembros de tu familia, a tu hermana pequeña y a tu sirvienta, si quieres volver a verlas dirigite a la capital del Reino, Roxy”

El si quieres volver a verlas sonaba sumamente sospechoso por alguna razón en particular, casi como si fuera la carta de un secuestrador bastante idiota, pero fuera de eso, eran unas noticias espléndidas que me permitieron soltar un profundo suspiro de alivio.

(Ya solo falta Mamá…)

No había estado durmiendo lo que quisiera ni tampoco tenía un humor muy alegre, pero gracias a las buenas noticias recibidas me sentí mucho mejor durante el resto de viaje a la capital.

2

Las cejas de Eris están bajas mientras infla sus cachetes, es un puchero demasiado adorable para la mirada de molestia que en realidad me está enviando.

“¿Por qué estás molesta?” Dije yo, sosteniendo un postre dentro de una caja hecha con magia.

“No estoy molesta” Dijo Eris, molesta en exceso, apartando la mirada y dándose media vuelta, para entrar a la habitación y cerrarme la puerta en la cara.

(¿Y ahora?)

El humor de Eris es malo, no tengo la menor idea de que es lo que está causando que esté así de molesta, no la había visto así desde esa vez en particular que discutimos en Roa.

Hace poco más de 3 años salimos de compras al mercado de Roa, y en ese momento Eris —como siempre— vino a seguirme, acompañada de Ghyslaine, por supuesto, debido a que su principal tarea es proteger a Eris. El asunto es que llegamos a un determinado puesto y comencé a hablar con el dueño sobre los productos que vendía, entre los cuales se encontraba un afrodisíaco, más que interesado a comprar ese producto yo lo que hacía era preguntar cómo es que estaba hecho, sus métodos de elaboración y su funcionamiento en una persona, por simple interés en la ciencia detrás de cómo una botellita de líquido roja podía alterar la psique de alguien a tal punto.

(Según lo que dice cuando bebes esto ni siquiera serás capaz de distinguir entre objetivos, sorprendente)

Al menos permanecí con ese pensamiento hasta que Ghyslaine me interrumpió.

“Ludeus, no estarás pensando usar eso con Ojou-sama, ¿verdad?” Ella me miraba fijamente esperando una respuesta, con sus orejas de tigre tensas de forma amenazadora.

Kensen Tensei: Wholesome ReincarnationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora