Capítulo 36: Hermanos

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"¡Más rápidooooo!"

Ahora mismo Ludeus Greyrat no está disponible, en su lugar lo único que se encuentra es el caballo Ludeus.

(Ví a gente hacer esto muchas veces en el otro mundo, pero nunca lo había probado)

Debido a que pasaba mucho tiempo haciendo nada en parques públicos, me acostumbré a ver gente jugando con sus hijos pequeños, como por ejemplo subirlos a los hombros y empezar a correr con ellos encima, aunque creo que es un poco peligroso hacer algo así cuando no tienes magia curativa, ojos mágicos o reflejos sobre humanos a disposición.

"Fufufufu" Aisha se ríe raro, de hecho creo recordar que así reía Eris antes de que me escuchara riendo como un maníaco y le agarrara el gusto, supongo que será la forma de reírse de la gente noble.

Pam

La puerta de la base en la que nos estamos ocultando se abrió de una patada, haciendo que frene en seco frente a ella, con Aisha aún en mis hombros.

"¡¿Qué está...?!" El dueño del pié era Eris, que llevaba la espada en mano y expulsaba sed de sangre a cántaros, o al menos lo hacía durante el segundo que tardó en darse cuenta que yo estaba frente a ella.

"U-uh...¡Wahhhh!" No obstante, recibiendo tal cantidad de sed de sangre en toda su cara, Aisha no consiguió evitar romper en llanto.

"A-aah..." Entrando en pánico, bajo a Aisha de mis hombros tan rápido cómo puedo para abrazarla en un intento por calmarla.

"Uuua-uaaa" Aisha se aferra a mí en el momento en que la abrazo, de la misma manera en que lo haría un bebé perezoso a su madre, y mientras lo hace me doy cuenta que acaba de orinarse del susto.

Detrás de Aisha aún puedo mirar a Eris petrificada por la escena, del mismo modo en que lo está Ruijerd a su derecha, seguramente se pensaron que era algún tipo de emergencia o que me habían encarcelado de nuevo; no son malas suposiciones porque solo a un idiota se le ocurriría hacer semejante tontería como lo es usar fuegos artificiales a modo de mensajería.

"Ludeus-sama, discúlpela, yo me encargaré del resto" Lilia decide intervenir, llevándose a Aisha de mi lado y cargándola en brazos a algún lugar apartado de la puerta, dejándome sólo frente a mis compañeros.

"Esto... Supongo que vieron la señal..."

Repasemos un poco.

Tras salir del castillo real de Shirone con Pax dentro de una caja hecha con magia de tierra, nos dirigimos a un edificio a elección de los guardias, el mismo donde estamos ahora; es una posada abandonada que atendía la familia de Soldado Número 5, y que seguiremos usando hasta terminada la operación, cuenta con los típicos 2 pisos y además un sótano, dónde metimos a Pax.

Debido a que Ruijerd puede sentir mi presencia desde casi cualquier parte de la ciudad y que no necesitamos mucha atención hacia nuestro escondite, disparé la bengala desde un callejón no muy lejano a este lugar, para luego volver a aquí y empezar a jugar con Aisha en lo que los refuerzos llegaban. Por su parte, los guardias decidieron pasar el tiempo jugando algo parecido a Póker, con Lilia incluida, por desgracia para ellos Eris interrumpió su partida mientras Lilia iba ganando.

"Ya veo" Cuando termino de explicarle la situación a Ruijerd, él asiente convencido, será sencillo si contamos con su ayuda.

"Lo mataré" Tal vez no debí decirle a Eris dónde está Pax.

"Espera, no podemos matarlo" Eris ya se iba a buscar la entrada del sótano por su cuenta con espada en mano cuando me interpuse en su camino.

"¿Por qué no?"
"Podría meternos en problemas con el Rey"

Kensen Tensei: Wholesome ReincarnationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora