capítulo 4

456 38 32
                                    

-no es justo...- dije en un hilo de voz

- ¿Que no es justo?- cantarruneo burlón

- que pagues su comida con mi dinero-  me galope encima suyo para sacarle mi plata, ¡eran parte de mis ahorros!

-¡vamos Tom! Me quejé en tono cansino tratando de quitarle lo que me pertenecía

- ¿¡Qué?!- hablo entre risas- moviéndose apenas y parando mis movimientos de hurgar en su bolsillos con sus manos

-no seas tacaño Bill, todos la queremos pasar bien... - me samarrio un poco hacia atrás con más presión de la que piel soportaba

-au! ¡No Tom no es justo! - se me quebró la voz,en realidad lo que me importaba no era el dinero.
Me di por vencido y sentí que con el siempre salía perdiendo, sin importar que tan nteligente me crea.

- ¿que no es justo?- jalo mis muñecas hasta quedar mí rostro a centímetros del suyo compartiendo ahora el aire caliente de nuestras respiraciones agitadas, los ojos se me aguaban ante los suyos tan oscuros y hambrientos de dolor

No conteste y tironee un poco cayendo en cuenta de que no iba a lograr más que lastimarme a mí mismo.
evite su mirada corriendo la mía hacia un costado, Mis rodillas chocaban dolorosamente con el filo del sillón y mis muñecas seguían atrapadas, no podía hacer nada, ne sentí impotente.

-¿Que no es justo? Volvió a preguntar más pausadamente sobre mí rostro.

-¡n-no es justo que ella sse quede a-a dormir!- solté sobre su nariz intentando reprimir el llanto, todavía intentando apartarme.

- ¿no?- pregunto tosco
- ¿y por que si lo es que se quede a dormir tu "amiguito"? - sus pupilas se abrieron furiosas y se tragaron toda mí estabilidad - si el puede Jessica también, estoy siendo totalmente justo Billy... Me sonrió

- no es lo mismo Tom J-essica...- tome una bocanada de aire para continuar pero el me lo impidió.

- ¿que? Jessica también se va a quedar a dormir, dijo imitando mí puchero y mí voz rota- y me va a hacer compañía- explico burlón 

Me trague un sollozo profundo,mientras se me venían diferentes imágenes de ella a la cabeza, la imaginaba saludando a Tom, acercándose y toqueteandolo como lo hacía siempre y a el cayendo porque nunca lo vi rechazarla,
incluso podía verlos entrando a la alcoba de mamá y cerrando la puerta mientras Tom me dedicaba una sonrisa burlona, sádica.
El apreton en mis mejillas me jalo a la realidad
Y me obligó a verlo sobre la humedad de mis lágrimas

- ¿No querés que venga? - preguntó con un tono dulce mientras acariciaba mí mejilla con su pulgar.

-no...- confesé más tranquilo al ver su receptividad.

Me sonrió coqueto  y libero el agarre de mis brazos para tomar mis manos entre las suyas, me las acarició con cuidado y suspiró.
Yo quedé de piedra observando sus gestos y la forma ahora diferente en la que me trataba como si me fuese a herir.

- que lástima....-  murmuró
De un tirón me solté  de sus manos y corrí escaleras arriba. De repente me sentía angustiado y con falta de aire, por su culpa, quería golpearlo, golpearme, goleoaela a ella, gritar, todo a la vez, pero solo termine por llorar.

me encerré en el baño escapando de su figura y  en búsqueda de tranquilidad, me mire en el espejo aquel  blanco de mí pupera resaltaba lo acuoso de mis ojos, ya no estaba tan bonito como hoy, ahora más bien me veía un poco arruinado y con el maquillaje corrido.
Introduci la puntita de un pedacito de papel dentro de mis ojos, para que absorba la humedad de mis lágrimas, arregle las sombras desprolijas y simulando estar más tranquilo volví a mí habitación, pero falle magníficamente en el intento.

sólo disfruta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora