Capítulo 10

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Hora de ponernos serios. Lamento la demora. Con ustedes el auténtico capítulo 10. Disfrútenlo. :-)

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En el restaurante "La mesa de Lynn", mientras se movía por el lugar atendiendo a los pocos comensales que a esa hora había, la joven mesera miraba de tanto en tanto a la mesa donde los cinco nietos de su patrón se encontraban por si se les ofrecía algo más.

El pequeño Lincoln centró su atención en su prima y, tras soltar el aire que estuvo reteniendo, le preguntó:

—Entonces, si en verdad vamos a seguir con esto, ¿qué vamos a hacer ahora para juntar a papá con Taylor?

La niña contempló su celular, mediante el cual acababa de volver a habilitar a la mujer tras retractarse de haberla bloqueado.

—Lo primero será enviarle un mensaje en nombre de su papá disculpándose por lo que sea que haya ocurrido entre ambos, además, por supuesto, de pedirle otra oportunidad para volver a salir juntos. ¿Alguna sugerencia sobre qué decirle?

Los chicos se miraron entre sí desconcertados, al no saber qué palabras podrían emplear para disculparse sobre algo que aún no estaban seguros sobre qué ocurrió con exactitud, con todo y la poca información que Hugh les contó por mensaje cuando se los encontró a ambos en aquella casa, más allá de verlos impresentables como ellos mismos constataron a la distancia cuando el tío Lincoln se marchó llevándoselo en su auto.

La campanilla de entrada sonó y, al instante siguiente, los ojos de Lina se abrieron mucho cuando su tía Lori y su prima Carla aparecieron sorprendiéndolos a todos.

—¡Chicos! —la mujer los saludó al notarlos allí—. ¡Literalmente, no me imaginé que estarían aquí! ¿Qué tal van sus vacaciones?

—Ah... —Lynn balbuceó—. Bien, tía Lori. Que sorpresa verte en el pueblo... Aquí mismo.

Por la ventanilla que daba a la cocina, el abuelo Loud se asomó cuando creyó haber escuchado a una de sus hijas. Sus ojos se abrieron jubilosos al comprobar que en efecto se trataba de su primogénita.

—¡Lori, querida! —enseguida salió con los brazos abiertos para ir a su encuentro, todavía llevando su mandil—. ¡Qué gusto verte a ti y a Carla tan pronto de nuevo! ¿A qué hora llegaron al pueblo?

—Hace menos de media hora, papá. Nos alegra verte.

—¡Pasa a la cocina y cuéntamelo todo! ¿Tienen hambre?

—Estoy bien, papá.

La adolescente latina alzó la mano con timidez.

—Yo sí. No hemos comido nada desde que llegamos, abuelo.

—Pues toma asiento con tus primos que aún queda pizza —enseguida llamó a la mesera—. Sandra, otra bebida para la mesa siete, por favor.

Carla se hizo un espacio entre sus primos mientras su abuelo regresaba a la cocina en compañía de su madre. Los chicos no tardaron en saludarla animados, pues no la habían visto en persona desde su fiesta de quince años.

—Esto es inesperado, Carla —Linka la saludó—. ¿Pero qué hacen aquí en Royal Woods?

—Nos invitaron a mamá y a mí a un torneo de golf amistoso para madres e hijas que la universidad de Fairway organizó aquí en el pueblo . Como mamá es egresada y está empeñada en convencerme de que estudie también en ese lugar algún día, me trajo. Aunque no es que me hiciera mucho de rogar, pues sabía que de esta manera podría verlos y así estaría ya al tanto de lo que han hecho con mi tío. Por culpa de ella es que no he podido ponerme al día con ustedes como me hubiese gustado. Entonces, ¿cómo les ha ido? ¿Ya encontraron a alguna buena candidata para ser la futura nueva tía Loud?

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⏰ Última actualización: Apr 04 ⏰

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