Capítulo 4

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La joven concursante miraba a las otras competidoras. Sentía que el vestido de noche con el que modelaría en la siguiente prueba no era tan bonito, o quizá sí lo era, pero el problema radicaba en que no sabía hacerlo lucir.

—No puedo... ¡No puedo! —sintió que la ansiedad la dominaba—. Tengo... Mejor me retiro para no hacer el ridículo.

—Eso sí que no —la reprendió una muy atractiva mujer tomándola de los hombros—. Hemos llegado... ¡No! Has llegado muy lejos como para que te eches para atrás justo ahora.

—Pero señorita Loud... ¿Qué pasa si pierdo?

—Pues lo intentamos una vez más para la próxima tras pulir en lo que fallamos y es todo. Tú has el esfuerzo por ganar, que si llegas a perder, siempre puedes decir que por lo menos diste lo mejor de ti al intentarlo, a que sencillamente te acobardaste.

De pronto el presentador anunció el nombre de la jovencita, la cual, tras respirar hondo como su coordinadora le había enseñado, salió esperando conseguirlo. Haría sentir orgullosos a sus padres y también a la coordinadora que le consiguieron para prepararse en los certámenes. Mucho sentía que se lo debía.

En el público, los padres miraron encantados a su hija tomándole fotos. La chica parecía más relajada y la mujer detrás del escenario al notar esto se sintió orgullosa de la joven bajo su tutela.

Su celular comenzó a sonar, por lo que tuvo que alejarse con cierto fastidio para tomar la llamada, la cual con gusto contestó en cuanto vio que se trataba de su hermana gemela. Para ella siempre tendría todo el tiempo del mundo, de ahí que no hubiese semana en que no se comunicaran de algún modo.

—Hey, Lans, ¿qué tal todo en Royal Woods?

Qué tal, Lols. Pues aquí con ciertas novedades, hermana... —escuchó el ruido de fondo del escenario—. ¿Dónde estás? ¿Interrumpo algo?

—Descuida. Es un certamen de belleza adolescente.

Lana emitió una risilla.

Tienes treinta y uno como yo. Ya supéralo, hermana. Te vez ridícula participando en esas cosas.

—¡Oye! —le contestó indignada—. Para que te lo sepas, fácil puedo aparentar menos de veinticinco. Envidia de seguro me tienes porque no tienes mi físico.

Tal vez no sea tan flaca, pero mi físico no es tan distinto al tuyo.

—Se te luciría mejor sin el uniforme. En todo caso quien concursa es Mindy. Ya te había comentado que tendría el certamen esta semana.

"Certamen miss adolescente del estado de Alabama" —Lana asintió recordándolo—. Espero que estés cuidando bien de esa chica alejándola de sus primos.

—Ese es un estereotipo muy desagradable que no es tan común como la gente erróneamente piensa.

¿No es tan común? ¿Eso quiere decir que de verdad has visto algún caso de esos?

Lola se mordió la lengua, al pensar en los padres de Mindy que entre sí compartían algo más que su hija y su amor.

—Una pareja de primos de segundo grado, así que no creo que cuente mucho. En todo caso, ¿dices que tienes algún chisme nuevo? ¿Qué tal las cosas con Jeremy? Sí que me impresionó mucho cuando lo llevaste a la fiesta de Carla.

Gracias. Todo está bien con él. Lo veré más tarde aprovechando que nuestros descansos en la jefatura coincidieron. ¿Qué tal Samuel?

—No me puedo quejar, aunque últimamente he sentido que las cosas entre nosotros no marchan tan bien como me gustaría. En realidad no quiero hablar de eso. Mejor cuéntame, ¿cómo estuvieron todos después de lo de Lincoln?

El plan de LinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora