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Jane

Entramos al garaje de los Denbrough, todos comenzaron a tapar algún índice de luz para poder ver bien el proyector hacia el mapa de todo Derry.

Ladeé la cabeza, no entendía nada sobre ese mapa. Mike cerró la cochera y todos nos acomodamos para poder ver mejor.

Me paré al lado de Mike ya que no tenía ganas de sentarme, él me miró y se cruzó de brazos. Desvié la mira incómoda, sabía que él tenía un rencor hacia mí por la vez de la golpiza.

— Listo —Bill enfocó el proyector con el mapa—, ahí —señaló una parte— es en donde G-G-Ge-Georgie desapareció. Esa es la siderúrgica y el Black Spot. Donde sea que eso pase está conectado con las cloacas y todo se vincula con—

— Con el pozo... —lo interrumpió Ben.

— En la casa de la calle Neibolt.

— ¿Es la casa en la que todos los drogadictos y vagos duermen?

Vi como Eddie sacó su inhalador, lo entendía, hablar de este tema me abrumaba. Nunca comprendí porque hablábamos de esto.

— Odio ese lugar, siempre siento que está vigilando.

Él parecía tener un ataque de pánico. Comenzó a jadear.

— Es donde vi eso, a ese payaso...

— E-e-es donde vive eso.

Eddie inhaló otra vez su inhalador. Su nerviosismo era contagioso.

— No me imagino a alguien que quisiera vivir ahí.

Se levantó abruptamente.

— ¡Ya no quiero hablar de esto! A-a-a-ah no puedo respirar. ¡Es verano, somos niños! ¡No puedo respirar, tengo un ataque de asma! —miré hacia otro lado, no sabía que hacer—. ¡No voy a hacer esto! —despegó el mapa que Bill había pegado.

— ¿¡Qué haces?! Pon ese mapa

Eddie negó. Miré de nuevo hacia el frente al ver como por arte de magia comenzaban a pasar fotos de la familia Denbrough.

— ¿Qué sucede?

— Yo lo arreglo.

— Miren.

— Chicos...

— ¿Qué pasa?

Comencé a retroceder lentamente, sus caras estaban llenas de grandes sonrisas, eran felices. Las imágenes comenzaron a cambiar más rápido, hasta que se detuvo en una.

— G-Georgie...

Se hizo un acercamiento a la cara de el niño, tragué en seco.

Después, se acercó a la cara de la madre de Bill. Parecía como si su cabello pelirrojo se estuviera moviendo. Sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo.

— ¡¿Quién es?!

— ¡¿Qué rayos es eso?!

— ¡Cómo voy a saberlo!

— ¡Apágalo! ¡apágalo! —grité.

— Sí, ¡apágalo!

Mike tiró de una patada el proyector. El aparato se apagó, tiempo después encendió, pero ya no había nada en la imagen. Volvió a apagarse y a prenderse mostrando al payaso, como si le hubieran sacado alguna fotografía. Y así fue sucesivas veces, hasta que otra vez no había nada.

De pronto, apareció el payaso, causándonos un respingo. Estaba al lado nuestro. El payaso nos vio y comenzó a gatear. Yo retrocedí hacia la puerta sin quitar mis ojos de él.

El proyector parpadeaba provocando más suspenso en la escena. Al ver que el payaso se acercaba peligrosamente a Beverly, tomé a Mike del brazo.

— ¡Hay que abrir la puerta!

Él se me quedó mirando, después pareció reaccionar y me ayudó junto con Ben. Cuando la luz atravesó el cuarto todo desapareció.

Jadeábamos sin procesar lo que acababa de pasar, Beverly se acercó a nosotros y nos agradeció. Abrazó a Bill.

Vi como Mike tomaba su brazo y hacia muecas de dolor.

— Mierda, lo lamento tanto —lo tomé y comencé a revisarlo buscando alguna herida abierta.

— No es nada...

— Eso nos vio... —habló Eddie— ¡Eso nos vio y sabe donde estamos! —dejé de tocar el brazo de Mike y giré.

— Siempre lo supo... —comenzó a caminar—. Ha-ay que irnos

— ¿Qué? ¿Adónde?

— Neibolt, es donde G-G-Ge-Georgie está.

— ¿Después de eso?

— Es-es verano, deberíamos jugar...

— Si dices verano una m-m-maldita vez... —tomó su bicicleta, se montó en ella y comenzó a pedalear.

— ¡Bill! ¡Espera!

Beverly fue la primera en tomar su bicicleta e irse. Después todos nos miramos, suspiré. Yo no quería ir, quería irme a mi casa e ignorar todo esto.

Todos comenzaron a subirse en sus bicicletas. Los miré apenada.

— Ven, sube —Stan me miró.

Agradecí mientras me aferraba a él. Sentía como mi corazón latía a mil por segundo. 

A.

Dear God ─── It [Eso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora