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Jane

Caí de bruces en el agua, mi brazo ardía a mares.

Busqué mi linterna al ver que se sumergió en el agua, tenía mi brazo lastimado arriba mío, tratando que no se moje.

Al encontrarla me levanté para buscar alguna salida, al girar lo único que veía eran rejas, estaba completamente encerrada.

Omnisciente

— De verdad lo siento —dijo Bill rendido siendo ahorcado por el payaso—, ¡largo!

Todos los miraban sin saber que hacer. Un fuerte grito los interrumpió, Henry Bowers acababa de ser empujado hacia la pared.

— ¡Aléjate de mí! —Janette apareció de repente.

Bowers rió mientras se ahogaba con su propia sangre.

— Solo mírate, estás horrible, apestas a mierda y a sangre. Es lo menos que te mereces por ser una puta cobarde, por eso vas a morir hoy, descuartizará cada parte de tu cuerpo incluyendo tu tierna carita. Juntarte con Beverly Marsh te ha hecho daño.

Ella colocó la navaja en su cuello.

— ¡Anda! ¡Mátame! Cumplirás una de las muchas fantasías que tengo contigo —sonrió sínico mientras que la chica negaba.

— No soy como tú...

Se levantó y lo pateó en sus genitales, al poco tiempo Henry cayó inconsciente. Janette levantó la vista hacia los demás. El payaso sonrió al verla.

— Nos volvemos a ver la cara, Jane.

Ella no le apartó la mirada de encima mientras caminaba hacia ellos. Guardó la navaja y sacó la pistola que le quitó a Henry.

— Vete a la mierda, Bill —sonrió mientras cargaba el gatillo—, yo estaba ahí, luchando contra el enfermo de Henry por mi vida y tú dándote por vencido. Te quiero, pero a veces puedes ser muy estúpido.

Le apuntó en la cabeza provocando jadeos de sorpresa por parte de todos.

— Caminé y nadé en agua de mierda, huelo como la mierda, me corté el puto brazo y me golpeé la cabeza. Pero sigo aquí, ¿y sabes por qué?

El chico negó con la cabeza mientras cerraba los ojos esperando el disparo.

— Para matar a este jodido payaso.

Apuntó hacia Pennywise y disparó dos veces. Bill gateó alejándose de él.

Todos comenzaron a golpear al payaso, este sangraba por cada golpe que le daban.

Pennywise se convirtió en un leproso y este le escupió a Eddie.

— ¡Ahora voy a matarte!

— ¡Bienvenido al club de los perdedores!

Beverly le enterró un tubo en la boca al ver la cara de su padre.

— Por eso no mataste a Beverly, ella no te tenía miedo de ti. Ni tampoco nosotros, ya no, Ahora tú eres el que tiene miedo, porque te vas a morir de hambre.

El payaso retrocedió y dio una vuelta hacia atrás. Comenzó a murmurar cosas inaudibles. Poco a poco comenzó a desvanecerse.

Miedo.

— Ya sé que voy a escribir para mi anuario.

Jane conectó su mirada con Stan y ambos se fundieron en un abrazo. La chica estaba preocupada por él después de haber desaparecido.

— ¡Chicos, los niños están bajando!

Miraron como Bill tomó el impermeable de Georgie, comenzó a llorar y todos lo abrazaron.

(...)

Septiembre

Jane

Ya había pasado un mes desde nuestro enfrentamiento.

— Solo recuerdo partes, pero... creí que estaba muerta. Así se sentía. Nos vi a todos nosotros juntos en la cisterna, pero éramos adultos... de la edad de nuestros padres.

— ¿Q-q-qué estábamos haciendo ahí?

— Solo recuerdo lo que se sentía, lo asustados que estábamos. No creo que pueda olvidar eso.

— Júrenmelo —Bill levantó un pedazo de vidrio del pasto—, juren que si eso no está muerto, si es que logra volver, también regresaremos.

Todos nos paramos y vimos como Bill fue cortando la palma de su mano, hice una mueca.

Después fui yo, Richie, Eddie, Mike, Stan, Ben y al final fue Bev. Todos nos tomamos de las manos, minutos después nos soltamos.

— Ya me voy —dijo Stan—, te odio.

Miró a Bill, sonreí y todos igual sonrieron e igual rieron.

— Yo los veo luego —me dedicó una última mirada y se fue.

Creo que no pensé muy bien al momento de besarlo... pero, bueno, no me arrepiento.

— Adiós, Stan.

Le siguió Eddie, me dio un corto abrazo, también a Richie.

— Adiós, chicos.

Se fue Mike.

— Nos vemos.

— Adiós, perdedores.

Beverly.

— Nos vemos, Jane.

— Adiós, Bev.

— Nos vemos luego.

Bill dudó un poco, pero al poco tiempo se fue. Nos abrazamos con fuerza.

— Adiós, Bill.

Me quedé sola con Richie.

— ¿Ya empacaste para Misisipi?

— Sí, algo así. Me voy mañana temprano.

— ¿Por qué ahí?

Me encogí de hombros.

— Mi madre quiere vivir ahí porque allá nació Elvis. Está enamorada de él —reí mientras negaba con la cabeza—. Te tengo que confesar algo...—Richie asintió—, nunca me sentí perdedora con ustedes, todos son un gran grupo y siempre he pensado que sobro en el grupo. Todos son tan valientes, en cambio yo no lo soy... Me tengo que ir.

Me levanté sin mirar atrás, me detuve al escuchar sus pisadas. Cuando nos miramos me besó, al separarnos sonreí. Subí mi mano hacia su oreja y lo volví a besar.

— Adiós, gafotas.

Lo miré por ultima vez y me fui de ahí con una sonrisa en mis labios.

Querido, Dios, gracias por esta gran aventura que me hiciste vivir.

FIN.

A. 

Dear God ─── It [Eso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora