Narradores omnisciente
La noche avanzaba serena, impregnando el ambiente con una calma reconfortante. El suave tic-tac del reloj en la pared de la sala marcaba el ritmo del tiempo, acompañando los sueños de cada pareja con su constante y tranquilizador sonido. Era una noche en la que todos encontraron la paz y el descanso que tanto anhelaban.Los rayos de la luna se filtraban suavemente a través de las cortinas entreabiertas, bañando la habitación con una luz plateada y creando una atmósfera serena y mágica. En cada rincón, reinaba la quietud, solo interrumpida por el ligero susurro del viento nocturno que acariciaba las hojas de los árboles fuera de la casa.
Dentro de las habitaciones, las parejas descansaban plácidamente, sumergidas en un sueño reparador que les regalaba la paz necesaria después de una noche llena de risas y emociones. El suave rumor de la respiración de cada durmiente llenaba el espacio con una melodía suave y armoniosa, mientras el tiempo avanzaba sin prisa, envolviendo a todos en una quietud reconfortante.
Sin embargo, no todos disfrutaban de ese sosiego nocturno.
—No pensé que tuvieras insomnio —habló el platinado a quien se encontraba en la cocina.
—Cuando bebo solo puedo dormir un par de horas —respondió el castaño de cicatrices, mirando por la ventana frente a la encimera. Las ventanas de techo a suelo iluminaban levemente la cocina y la mini sala de estar en aquella mansión con las estrellas nocturnas. Sus ojos dorados, opacos por la noche, se encontraban sumergidos en un vaso de agua entre sus dedos.
—Parece que eso te molesta —comentó en un tono tranquilo, como si estuviera evaluando sus pasos para acercarse cordialmente al cantante.
—Un poco. Amo dormir, así que por eso evito tomar —contestó con tranquilidad, dejando aquel vaso en la encimera para volver su atención al platinado, quien se pavoneaba por su casa solo con pantalones de pijama a cuadros verdes y negros y una liga para el cabello en su muñeca.
—Pero parece que esta vez pasaste tu límite —acusó con una sonrisa calmada, al tiempo que escuchaba una risa nasal del contrario. La mirada calmada de Remus le causaba una tranquilidad.
—Quizás. Sinceramente, me divertí y dejé que Sirius me sirviera más vodka del que estoy acostumbrado —Lucius se acercó a él sin problema y tomó entre sus dedos, de manera lenta, el vaso en la encimera y bebió un sorbo.
—Bueno, tampoco te dejó mucha opción —rió con gracia, un poco sarcástica, dejando nuevamente aquel objeto de vidrio en la superficie.
—Sí, algo. ¿Y tú qué haces despierto? —cuestionó, alzando una ceja con un suave brillo de conmoción en sus ojos. —No me digas que te levanté. No me perdonaría interrumpir tu siesta de belleza —contraatacó con el mismo tono sarcástico pero amigable, recibiendo un par de ojos en blanco de forma juguetona.
—No, no me levantaste. Simplemente tengo el hábito de dar un paseo nocturno de vez en cuando. Me ayuda a despejar la mente —explicó Lucius, mientras se sentaba en una de las sillas de la barra siendo observado por el menor.
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Don't leave me alone ||Barter
FanfictionPeter un cantante reconocido a nivel mundial además de ser baterista de una banda que ha ganado exito en el poco tiempo que tienen sacando música, además de ser compositor y productor pero con poca suerte en el amor. Barty un actor galardonado el cu...