VII Falso

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Narrador omniscienteLa luz matutina se filtraba suavemente a través de las cortinas, inundando la habitación con una cálida luminosidad

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Narrador omnisciente
La luz matutina se filtraba suavemente a través de las cortinas, inundando la habitación con una cálida luminosidad. El rubio se despertó con molestia al notar la presencia del actor a su lado. Con un susurro apenas audible, retiró con cuidado la delgada mano del actor de su cintura, sin siquiera mirarlo. No preguntó ni dudó de lo que había ocurrido la noche anterior; simplemente se levantó con la misma ropa que tenía puesta y se dirigió al baño.

El sonido del agua corriendo se mezclaba con el suave murmullo de la mañana mientras se aseaba. El rubio reflexionaba sobre la locura de la noche anterior. Al salir del baño, se vistió con calma, seleccionando cuidadosamente cada prenda. Optó por unos pantalones estilo militar y una playera plana lisa, complementados con sus característicos collares y zapatillas negras. Al abrir la puerta que lo separaba de la habitación, se encontró con Crouch de pie, estirándose como un gato después de una siesta, lo cual le sacó una mueca de molestia.

—Lo que dijimos anoche, no sale de esta habitación —dijo el rubio, mirando con cierta hostilidad la espalda del más alto, que parecía estar completamente ajeno a su presencia.

Crouch se giró lentamente, mostrando una sonrisa juguetona en su rostro.

—Se dice "Buenos días" —respondió, con un tono coqueto que provocaba náuseas en el rubio.

—Buenos días, Crouch —respondió Peter con cierta sequedad antes de salir rápidamente de la habitación para dirigirse a su estudio.

En algún punto de su recorrido hacia el estudio, Lily interceptó a Peter con una mirada de regaño. Sus cabellos rojos brillaban bajo la luz de la mañana, y su expresión estaba llena de determinación.

—Peter, ven a desayunar —ordenó con voz firme, pero suave.

Peter, con una expresión de súplica en el rostro, intentó persuadirla para que lo dejara trabajar un poco más.

—Lily, por favor, necesito grabar dos canciones y componer otras dos, solo eso —rogó Peter, con las manos juntas en un gesto de súplica.

Lily, sin embargo, no cedió ante sus ruegos.

—Peter, no, no irás. Ven a desayunar a la terraza. Tenemos que hablar de unos asuntos. Te veo en 10 minutos —ordenó con determinación antes de alejarse con gracia, dejando a Peter con una mueca de frustración en el rostro.

Peter, quedándose solo en aquel pasillo, comenzó a renegar de la decisión de la pelirroja, lo que provocó la risa de su amigo de rizos, quien pasaba por esa parte de la casa buscando escapar de las decisiones de su yo ebrio.

—No eres el único que está huyendo, Pete. Sinceramente, yo tampoco quiero ir —los ojos azules de su amigo le miraban con súplica y comprensión.

—¿Y si hacemos como en la escuela? —dijo Peter con una sonrisa triste y de rendición.

Don't leave me alone ||BarterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora