Capítulo 15

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El entrenamiento que Carmilla le daba a Vaggie era relativamente sencillo, la pequeña se adaptaba bien, ya fuera por su pasado o por las enseñanzas de su madre, había logrado mejorar bastante en apenas un par de meses.

Vaggie estaba enfrentándose a un pequeño grupo de los bots de entrenamiento, aquello iba perfecto hasta que fue derribada por la espalda, entonces sino un fuerte pitido y los robots se detuvieron.

"Mierda" murmuró la pequeña al verse en el suelo, de nuevo.

"Te he dicho que vigiles tus seis" dijo Carmilla acercándose a su hija para comprobar si está a herida.

"Lo sé" farfulló algo molesta por haber sido derribada de tal manera.

Carmilla trató de revisar a su hija pero esta agarró la lanza y volvió al centro de la habitación para volver a reanudar al entrenamiento, Carmilla solo suspiró y se acercó a ella.

"Vaggie" dijo en un tono suave "Por favor, deja que te revise, quiero saber si estás herida" la pequeña negó levemente con la cabeza "¿Por que no?"

"Ambas sabemos que no estoy herida" dijo algo molesta "No pueden hacerme sangrar con sus armas menos con un pequeño golpe" explicó algo molesta.

"Que no puedan hacerte sangrar no quiere decir que no te puedan herir, hay muchas formas de dañar a la gente sin necesidad de hacerles sangre" explicó con suavidad "Por ejemplo tu ahora estás herida, no con sangre" dijo rapido al ver la respuesta que diría su hija "Estas herida en tu orgullo, te duele haber vuelto a perder"

Vaggie permaneció en silencio unos segundos, dándose cuenta de que su madre tenía razón "¿Por que no consigo mejorar?" pregunto la pequeña rompiendo aquel silencio.

"Has mejorado mucho en estos dos meses" dijo para tranquilizarla, pero no puedes esperar ser perfecta, te queda mucho camino por delante" aquello desánimo un poco a la pequeña que agacho la cabeza "No te entristezcas mi niña, solo tienes que practicar más" en aquel momento la puerta fuer abierta de golpe por uno de los empleados.

"Miss Carmine lo lamento pero es una urgencia" dijo con notable cansancio el pecador, seguramente había corrido para llegar hasta allí.

"Dejaremos esto para más tarde, ve arriba con tus hermanas" dijo Carmilla a su hija y se acerco al trabajador "Más vale que esto sea urgente"

La mujer salió de allí siendo guiada por el pecador, dejando a la pequeña sola en aquella sala de entrenamiento.

A pesar de su reciente fallo, y de las muchas advertencias de su madre, Vaggie estaba segura de que a la siguiente podría ganar, por lo que decidió ir a la sala con los controles de los robots de entrenamiento y, al no saber exactamente el funcionamiento de estos y no tener la paciencia para leer el manual, decidió simplemente pulsar ellos botones más grandes y esperar que fuera suficiente.

"Esta vez pienso ganaros montón de hojalata" dijo a los robot poniéndose en posición defensiva, lo que ella no esperaba es los 4 robots cambiaran sus manos a unas garras afiladas de acero angelical, cosa que la acobardó un poco y la hizo bajar un poco la guardia, cosa que el robot aprovecho, lanzándose contra ella con la intención de matarla.

Vaggie reaccionó a tiempo, agachándose y cortándole la pierna derecha al robot, haciendo que este callers de bruces al suelo y luego regalándose y estrellándose contra la pared.

A pesar de haber derrotado a uno no dejó que su felicidad la distrajera y no tardo en levantarse y volver a ponerse en posición defensiva ante el inminente ataque de otros 2 robots.

Ambos robots atacaron simultáneamente por los lados, derecha e izquierda y desde arriba. La pequeña se echó hacia atrás para intentar evitarlos y cuando estos cayeron al suelo, ella clavó su lanza en la cabeza del más cercano y luego volvió a ir hacia atrás evitando así las garras del otro robot, y arrancándole la cabeza al que le había clavado su lanza.

Familia CarmineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora