En una tarde soleada en Seúl, un joven llamado Kwon Min-Seo caminaba por las concurridas calles de la ciudad. Sus pasos eran precisos, casi rítmicos, como si estuviera siguiendo un patrón invisible. A pesar de la multitud que lo rodeaba, parecía sumido en sus propios pensamientos.
Desde joven, Min-Seo había luchado contra una batalla interna que lo consumía: el trastorno obsesivo-compulsivo. Recién diagnosticado desde muy joven, su vida se convirtió en una serie de rituales y obsesiones que dominaban su día a día.
Recordaba claramente el día en que los médicos le explicaron su condición. Sentado en la fría sala de espera de la consulta psiquiátrica, escuchó atentamente mientras le hablaban sobre su obsesión por ciertas personas y cosas, así como sus rituales compulsivos para calmar su ansiedad.
A partir de ese momento, su vida giró en torno a las sesiones de terapia, los medicamentos y los intentos constantes por controlar sus obsesiones. Aunque había aprendido a manejar su comportamiento en gran medida, seguía luchando contra los pensamientos intrusivos y las compulsiones que amenazaban con dominar su vida.
Min-Seo conoció a la heredera de grupo Green, Shin Ha-Won, por casualidad, mientras navegaba por las redes sociales una tarde aburrida en su habitación. Tropezó con una foto de ella en un evento de caridad, radiante y elegante. Sus ojos se fijaron en su rostro, en su sonrisa cautivadora, y algo en él cambió en ese momento.
Desde entonces, comenzó a seguir cada uno de sus pasos en línea: sus publicaciones en redes sociales, sus entrevistas en revistas, cualquier noticia que involucrara su nombre. Se sumergió en su vida virtual, convirtiéndose en un espectador silencioso de cada logro y cada detalle de su existencia.
Con el tiempo, lo que comenzó como un interés casual se convirtió en algo más profundo y arraigado. Min-Seo se encontró pensando en Ha-Won constantemente, imaginando cómo sería conocerla en persona, cómo sería estar cerca de ella. Cada vez que veía una nueva foto suya o leía sobre sus logros, su corazón latía con una intensidad inexplicable.
Sin embargo, sabía que su obsesión por Ha-Won era un secreto que debía mantener oculto. Nadie más podía saber lo que sentía, ni siquiera sus amigos más cercanos. Se convirtió en su pequeño secreto, su mundo privado donde podía escapar de la realidad y sumergirse en el brillo de la vida de la bella joven.
Min-Seo era un joven de veintisiete años, dotado de una apariencia que a menudo desencadenaba miradas de admiración por dondequiera que iba. Con su cabello oscuro y sus ojos expresivos, recordaba a un artista de las imágenes que adornaban las revistas de moda. Había dedicado años a cuidar su aspecto físico, modelando su cuerpo atlético y su rostro anguloso hasta alcanzar la perfección.
Sin embargo, su preocupación por su apariencia se intensificó cuando su obsesión por Ha-Won se arraigó en su corazón. Cada sesión en el gimnasio, cada cambio en su rutina de cuidado de la piel estaba motivado por el deseo de impresionar a la mujer que ocupaba sus pensamientos día y noche.
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ᴄᴏᴍᴘᴜʟꜱɪᴏɴᴇ
Teen FictionEn un mundo donde el amor es confundido con la obsesión, los límites entre el deseo y la devoción se desdibujan.