En el mundo las máscaras son más comunes que los rostros desnudos, la confianza se ha convertido en un bien escaso. Nos han enseñado desde temprana edad a confiar en los demás, a abrir nuestros corazones y compartir nuestras vulnerabilidades. Sin embargo, la realidad implacable nos golpea con la crudeza de la traición y la decepción.
No importa cuánto creamos conocer a alguien, siempre existe la posibilidad de que nos sorprendan con una traición inesperada. Los amigos más cercanos pueden convertirse en enemigos acérrimos, los confidentes en traidores astutos. Incluso la sangre de nuestra propia familia puede volverse veneno envenenado.
El dolor de la traición corta más profundo que una cuchilla afilada. Nos deja con cicatrices invisibles que nunca desaparecen por completo. Nos vemos obligados a mirar a nuestro alrededor con ojos sospechosos, preguntándonos quién será el próximo en traicionarnos.
Esta desconfianza envenena nuestras relaciones, incluso las más íntimas. Nos hace dudar de cada palabra amable, de cada gesto de afecto. Nos sumerge en un mar de paranoia y desesperación, donde la única constante es la sensación de que estamos solos en un mundo de mentiras y engaños.
Entonces, ¿cómo nos afecta esta desconfianza? Nos convierte en seres solitarios, atrapados en un ciclo interminable de desconfianza y desesperación. Nos aleja de los demás, nos cierra en nuestras propias conchas protectoras, convirtiéndonos en prisioneros de nuestra propia desconfianza.
Park Hyun-Woo y Ha-Won seguían frente a frente, sus miradas cargadas de emociones reprimidas. Él mantenía la esperanza de poder arreglar las cosas con ella, de encontrar alguna manera de enmendar los errores del pasado. Sin embargo, ella se sentía abrumada por la presencia de él, sin saber cómo reaccionar ante su cercanía.
Cuando Ha-Won intentó retroceder, chocó con algo detrás de ella, una pequeña mesa que bloqueaba su escape. Un suspiro escapó de sus labios mientras intentaba reunir sus pensamientos, tratando de elegir las palabras adecuadas para evitar cualquier conversación no deseada.
Justo cuando estaba a punto de hablar, una voz resonó en la habitación, interrumpiendo el tenso momento.
-Señorita Shin.-dijo la voz de un hombre.
Ambos se giraron hacia la fuente del sonido para encontrarse con el jefe de policía y otro oficial de la ley. Ha-Won sintió un alivio momentáneo ante la llegada de las autoridades, agradeciendo la oportunidad de escapar de la situación incómoda.
-¿Podría darnos un momento? Es importante.-solicitó el jefe de policía.
Ha-Won asintió, aceptando la invitación de los policías. Sin embargo, antes de que pudiera retirarse, Park Hyun-Woo la detuvo con determinación.
-Esperaré -dijo él con firmeza.
Ella le instó a marcharse, pero su pedido fue en vano. Con una expresión de seriedad, Ha-Won se dirigió hacia su oficina acompañada por los policías, dejando a Park Hyun-Woo solo en el pasillo, rodeado por los murmullos inquietos de los empleados.
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ᴄᴏᴍᴘᴜʟꜱɪᴏɴᴇ
Teen FictionEn un mundo donde el amor es confundido con la obsesión, los límites entre el deseo y la devoción se desdibujan.