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En la vida, nos encontramos constantemente con personas nuevas. Ya sea en el trabajo, en la escuela, en un café o en cualquier otro lugar, interactuamos con individuos que pueden convertirse en amigos, colegas o incluso en algo más. Sin embargo, a pesar de pasar tiempo con ellos, de compartir momentos y conversaciones, nunca terminamos de conocer completamente a alguien.
Por más que creamos entender a una persona, siempre habrá aspectos de su personalidad que permanecerán ocultos para nosotros. Los seres humanos somos complejos, con capas y dimensiones que van más allá de lo que mostramos al mundo exterior. Incluso aquellos que consideramos más cercanos pueden tener secretos, deseos o miedos que guardan celosamente en su interior.
La verdad es que a menudo nos conformamos con las versiones superficiales de las personas. Nos quedamos con la imagen que proyectan hacia el exterior, sin cuestionar lo que realmente piensan o sienten en su interior. Es fácil caer en la trampa de las apariencias, creyendo que conocemos a alguien solo porque compartimos tiempo con ellos.
Pero la realidad es que cada persona es un universo en sí misma, con experiencias únicas que moldean su forma de ser y de percibir el mundo. Detrás de una sonrisa puede haber dolor, detrás de una mirada alegre pueden esconderse preocupaciones y temores. Es por eso que nunca podemos asumir que conocemos completamente a alguien, por más tiempo que hayamos pasado a su lado.
Incluso en las relaciones más íntimas y duraderas, siempre habrá aspectos desconocidos que pueden sorprendernos. Quizás sea esta misma incertidumbre lo que nos mantiene interesados en los demás, lo que nos impulsa a seguir descubriendo y explorando las profundidades de quienes nos rodean.
Kwon Min-Seo es una de esas personas que logran ocultar su verdadera personalidad, nadie lo conoce como es realmente, excepto por su familia, que desde hace mucho tiempo él mismo decidió alejarse de ella. Un hombre atractivo con mirada encantadora, cuerpo perfecto y sonrisa perfecta que logra engañarte de cómo es realmente.
Tras esa fachada de confianza y encanto, se esconde un mundo de secretos y oscuros deseos. Min-Seo ha aprendido a perfeccionar su máscara, a mostrar al mundo solo lo que quiere que vean, mientras protege celosamente sus verdaderos pensamientos y emociones. Es un maestro en el arte del engaño, capaz de seducir a cualquiera con su encanto superficial.
Ese hombre había desarrollado otro trastorno, uno que los médicos no habían diagnosticado inicialmente, pero que surgió después del TOC. Min-Seo desarrolló un trastorno de personalidad antisocial, también conocido como sociopatía. Este trastorno se caracteriza por un patrón de desprecio y violación de los derechos de los demás. Las personas con este trastorno suelen mostrar falta de empatía, irresponsabilidad y comportamiento manipulador o engañoso.
Pocos son conscientes de la oscuridad que habita en su interior, de las tormentas que rugen en su mente. Ha aprendido a vivir con sus demonios, a controlarlos y utilizarlos en su beneficio. Detrás de esa apariencia impecable se esconde un hombre complejo, con un pasado oscuro que lo persigue.
