La venganza se erige como un actor principal, una fuerza impulsora que puede consumir incluso al más virtuoso de los corazones. Para Kwon Min-Seo, la venganza era más que un simple deseo; era una obsesión ardiente que lo consumía desde lo más profundo de su ser. La venganza, con su seductora promesa de satisfacción y justicia, era un camino peligroso, un laberinto sin salida que amenazaba con consumirlo por completo.
▪︎ Dias antes, la noche de la desaparición de Jun-Ho.
La noche era fría y silenciosa, con el viento susurrando sus secretos entre las sombras de los edificios. Pero para Min-Seo, sin embargo, el frío no importaba. Su corazón ardía con el fuego de la venganza, impulsándolo a actuar sin vacilar.
Caminó con determinación hacia el lugar del accidente, donde el medio hermano de Ha-Won yacía inconsciente en su automóvil destrozado. Por suerte, la calle estaba desierta, asegurando que nadie interferiría en sus planes. Min-Seo se aseguró de que no hubiera testigos antes de agacharse junto al auto, su mente enfocada en su misión.
No estaba solo esa noche. Había hecho arreglos con un aliado, un hombre misterioso que había colaborado con él en el pasado. El hombre, con su rostro oculto bajo una gorra negra y un abrigo oscuro, expresó su asombro ante la determinación de Min-Seo.
—Esta mujer debe ser muy importante para ti para que hagas todo esto —comentó el hombre, reconociendo la intensidad de la situación.
—Él se ha metido con ella. Debo hacerlo pagar —respondió Min-Seo, su voz firme y decidida.
Con sus roles claramente definidos, los dos hombres se pusieron en acción. Min-Seo tomó al medio hermano de Ha-Won y lo arrastró hasta su auto, mientras que su compañero preparaba una grúa para deshacerse del vehículo destrozado.
—Tira el auto muy lejos de aquí. Quémalo si es necesario —ordenó Min-Seo, su voz llena de determinación y deseo de justicia, pagandole al hombre una generosa cantidad.
—Claro. Hablame cuando vuelvas a necesitar ayuda.
Dicho esto, el otro hombre se apresuró a ejecutar su tarea con igual eficiencia. La grúa se alzó con el auto destrozado, moviéndose en la oscuridad como un gigante mecánico decidido a borrar cualquier evidencia del desafortunado accidente.
Una vez completada su tarea, Min-Seo cerró la puerta de su vehículo con decisión y se dirigió hacia el asiento del conductor. El silencio reinaba en la calle desierta mientras el motor del auto cobraba vida con un suave rugido. Con un último vistazo al lugar del accidente, Min-Seo apretó los dientes con determinación. Había comenzado una batalla que estaba decidido a ganar, sin importar cuánto tiempo le llevara.
Actualidad
Ha-Won avanzaba por los pasillos de Grupo Green, envuelta en un conjunto negro que irradiaba elegancia y seriedad. Su falda y saco juvenil le conferían un aire sofisticado, mientras que las botas altas negras añadían un toque de determinación a su caminar. Con el cabello suelto y liso, su presencia destacaba entre el bullicio de la empresa.
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ᴄᴏᴍᴘᴜʟꜱɪᴏɴᴇ
Teen FictionEn un mundo donde el amor es confundido con la obsesión, los límites entre el deseo y la devoción se desdibujan.