12. Dominación

7 2 3
                                    

-Despierta, Ha-Won -una voz susurraba en la oscuridad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Despierta, Ha-Won -una voz susurraba en la oscuridad. Ha-Won estaba profundamente dormida, pero la voz persistía en sus sueños, insistente y clara. No podía ver nada, solo escuchar esa voz-. Por favor, despierta.

Abrió los ojos de golpe, esperando ver el techo de su habitación, pero lo que encontró la dejó sin aliento. No estaba en su cama. Estaba en un lugar extraño, un vacío interminable de blanco puro. No había paredes, ni techo, ni señales de dónde podría estar. Miró hacia abajo y vio que estaba descalza, vestida con un vestido largo y blanco que caía hasta el suelo, como si se hubiera materializado en otro mundo.

-¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar? -se preguntó, el pánico comenzando a arremolinarse en su pecho.

Empezó a caminar con pasos cautelosos, sus ojos escudriñando el vasto espacio en busca de algo, cualquier cosa que rompiera la monotonía del blanco absoluto. Pero no había nada. A medida que avanzaba, el miedo comenzó a enraizarse en ella, cada paso acompañado por el eco sordo de su propia incertidumbre.

Entonces, se detuvo. A lo lejos, una silueta comenzó a formarse, difusa y oscura, moviéndose hacia ella. Ella entrecerró los ojos, tratando de distinguir la figura, pero sus contornos eran borrosos, imposibles de definir. Dio un paso hacia adelante, y la silueta hizo lo mismo, acercándose lentamente.

Con cada paso, la figura se volvía más nítida, y sintió su corazón acelerarse. La silueta se convirtió en la forma de una mujer, y pronto, se dio cuenta de algo inquietante. Esa mujer... era ella misma. Pero en lugar del vestido blanco, llevaba un vestido negro, contrastando con el vacío alrededor.

Se miraron en silencio, cada una reflejando los movimientos de la otra. Ella levantó una mano con cautela, y la mujer hizo lo mismo, como un espejo perfecto. Movió la mano hacia un lado, y la figura la imitó. Era un reflejo, pero había algo en la mirada de la otra mujer, algo oscuro y profundo que hizo que Ha-Won sintiera un escalofrío.

Decidió acercarse, tocarla, confirmar que era real. Extendió la mano hacia la figura, pero justo cuando estaba a punto de hacer contacto, la mujer desapareció. La joven se quedó paralizada, su mente intentando procesar lo que acababa de suceder. Miró a su alrededor, y al girarse, se encontró con la figura de nuevo, de pie justo detrás de ella.

La mujer habló, y la voz que salió era la suya propia:

-Despierta, por favor, Ha-Won.

Antes de que pudiera reaccionar, la mujer la empujó suavemente con ambas manos. Ella retrocedió, y el suelo pareció desaparecer bajo sus pies. Sintió un vértigo abrumador, su cuerpo cayendo en un vacío oscuro e interminable, mientras la sensación de caída la envolvía por completo.

Después de una caída interminable, finalmente tocó el suelo con un golpe sordo. El impacto la dejó aturdida por un momento, los latidos de su corazón resonando en sus oídos. El suelo estaba cubierto de hojas secas, tierra y ramas quebradizas que crujieron bajo su peso. Intentó recomponerse, parpadeando para despejar su vista borrosa. Se vio a sí misma ahí, tirada, mientras trataba de tomar aliento.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ᴄᴏᴍᴘᴜʟꜱɪᴏɴᴇ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora