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𝓝𝗮𝗿𝗿𝗮𝗱𝗼𝗿 𝓞𝗺𝗻𝗶𝘀𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲 . . .
Hacia ya varias horas en las que se encontraba en el bosque, lo único que escuchaba era el sonido del río pasar por las rocas a unos cuantos pasos de él y el sonido que hacían las hojas secas al ser pisadas por el, había salido desde la mañana para distraerse, con la excusa de buscar suministros y pulir si puntería con su arco, cosa que no le gustaba a él gobernador, pero la mayoría de veces el ni siquiera se daba cuenta cuando salía.
Estaba un tanto cansado, había corrido por una comadreja la cual después encontró siendo comida por un mordedor, o así es como los llamaban en Woodbury, al final termino por matar a ambos, ya que ni siquiera la comadreja le servía.
Poco le importaba ya que tenia consigo ya varias ardillas y un tanto de carne de venado que pudo salvar antes de que esta termine podrida, ya llevaba camino varios minutos, en donde se encontró con una cabaña, se quedo parado un rato, cuestionándose si debía entrar ahí o no, varias veces Milton le había dicho que ignorará las casas que se encontraban en el bosque, pero, Milton no estaba ahí, que se jodiera.
Con nerviosismo Oliver entro a al cabaña, manteniendo en alto su arco, con una flecha ya preparada, por si las moscas.
El sitio estaba de cabeza, libros esparcidos por todo el lugar y restos de comida ya infestados de insectos, algo que hizo que Oliver soltara una arcada.
⎻⎻⎻⎻⎻Dios... que asco ⎻⎻⎻⎻⎻Susurro, tapando su nariz con su brazo para dejar de oler la comida podrida.
Veía por todos lados, buscando alguna señal de algún mordedor, cualquier sonido o movimiento fuera de lo habitual que le avisara que no estaba solo, pero nada ocurrió, las puertas de la habitación estaban cerradas, con cuidado se dirigió a esta, abriendo de poco a poco, viendo todo lo que estaba en esta, notando que era el cuarto de un chico, probablemente de su edad, más no había señales de que alguien hubiera estado ahí, bajo la guardia, yendo hacia el estante de libros que estaba ahí, notando que había uno con la portada de un chico con un rayo en la frente, le pareció gracioso, por lo que solo lo metió en su mochila.
Se quedo un rato en la habitación, observando todo lo que este tenía, figuras, posters y varias cosas que estaban quemadas o rotas, pensaba irse, pero el sonido de algo cayendo en la otra habitación lo alarmó, alzó su arco, yendo rápidamente hacia esta habitación, encontrándose absolutamente nada, soltó un suspiro y una risa salio de sus labios, que rápidamente sería sustituida por un grito al sentir como unas garras pequeñas pasaban por cuerpo, asustado empezó a moverse y agitarse, tratando de quitarse aquello que le hacía cosquillas en su cuerpo.
Mientras lidiaba con la pequeña cosa que parecía ser un roedor, lentamente salió de la casa, tropezando con una roca que se encontraba ahí cayendo sobre sus pompas, le dolió un poco, pero eso no quito el hecho de que se río un poco, notando que el pequeño ratón empezó a huir de él.
