010. We calmly left Olympus

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There's no honor among thieves.

LILIANNE

Había logrado librarme del dios hacía ya unos minutos, habiendo ya recorrido una gran parte de su templo.

Me había dado algo de pena abandonar a el dios que había parecido algo alicaído por alguna razón.

Finalmente me había podido despedir de él tras un mensaje de pánico que había recibido de mi propio rubio.

Para un dios que parecía decente, y justo tenía que robarle.

Jason y Luke no debían saber nunca que había llegado a seguir al dios como un patito perdido, nunca me lo harían olvidar.

Al menos -en un momento de lucidez- me había dado cuenta de que tenía que continuar con nuestro atraco gracias a Luke, si no estoy segura de que aún me encontraría allí y no en las afueras del edificio que accedía al Olimpo.

Sigo desconfiando el hecho de lo que hay que hacer para "subir" hacia el hogar de los dioses.

Alic nos tenía que estar tomando el pelo con eso, seguramente.

Esperé un tiempo afuera del Empire State. Hasta que, unos minutos más tarde, vi a alguien en el cielo hacerme señas, junto a dos extraños monstruos con alas persiguiéndole con ansias.

Maldecí mentalmente en italiano algo que, incluso a mi padre, le horrorizaría que dijera.

Podía ser bastante creativa, si me preguntas.

Tras un momento en el que no podía creer lo que estaba viendo, le empecé a seguir por la acera mientras él trataba de matar a lo que sea que fuera eso.

Al ir corriendo y evitando chocar contra los mortales, no podía concentrarme bien en no perder de vista a Luke.

No pintaba muy bien nuestra huida, así que tuve que pasar a medidas desesperadas.

Si no me queda otra opción..., pensé mientras me detenía abruptamente.

Enderecé mi espalda después de consultar mi monedero lleno de denarios y dracmas (nunca podía saber dónde podría llegar a ir y a quién tendría que sobornar), agarrando instantáneamente una de las moneda griegas.

Con una de mis manos la hice girar sobre sí misma, lanzándola al aire.

Mientras veía embelsemada como giraba, ya que sentía algo adictivo en ello, repetí las mismas palabras que había dicho la última vez que lo había hecho, hace algún tiempo ya.

-Stéthi, ¡Ó hárma diabolés!

El carro de la condenación, junto a sus ancianas, se detuvo frente a mí cómo si fuera un taxi completamente normal y yo hubiese levantado una mano.

Me adentré dentro del taxi de inmediato, desconectando la discusión actual de ellas.

-Seguid a ese tipo volando. -las dije, señalando a dicho semidiós que veía a lo lejos.

-Por si no te has dado cuenta, niña, no podemos ver a quién te refieres. -dijo la que estaba actualmente al volante.

Fruncí mi ceño más profundamente, inconforme con la respuesta, mientras las otras comentaron su afirmación.

Tenían que estar mintiendo.

-Estoy segura de que os la podéis arreglar. -hablé, llamando la atención con la bolsa de dracmas de reserva para emergencias que agité. Todos ganados, digamos, justamente.

𝙇𝙐𝘾𝙆𝙔 𝙈𝙀 -𝙇. 𝘾𝙖𝙨𝙩𝙚𝙡𝙡𝙖𝙣 & 𝙅. 𝙏𝙤𝙙𝙙 (pjo/dc)Where stories live. Discover now