5

893 98 5
                                    

Siente algo mojado, algo rasposo, abre sus ojos, lo primero que nota es al cachorrito, abre sus ojos en grande al ver como él se transforma en un niño, OH POR DIOS, pensó que todo era un sueño, para nada lo es, realmente todo es verdad. Se siente analiza, al niño.

─¿Eres realmente un león? por qué para qué preguntó sí acabo de verlo con mis propios ojos ─se reprocho ella misma, con cuidado pone su mano en la carita del niños, acaricia su mejilla ─Eres muy hermoso.

─¿Cómo te llamas?

─Mauro.

─Es un bonito nombre Mauro ─sonríe al notar como el pequeño se sonroja ─nunca dije mi nombre, soy Lia.

─Lia, es bonito ─el niño sonríe, pero rápido desaparece, el hombre gruñó, corre rápido a los brazos de Lia ─Miedo.

Lia mira al hombre, muerde su labio tiene que acercarse, al perder la transformación las cosas son diferente ─Quédate a mi lado, tengo que revisarlo, él está herido.

Mauro niega ─Miedo, el es malo, lobo blanco malo.

Lia acaricia la cabeza del pequeño ─Entiendo, pero Mauro sabes que no puedo dejarlo así, tengo que revisarlo, quédate a mi lado si.

Mauro al final acepta, con su manita aprieta la ropa de Lia.

Lia revisa el gran cuerpo, se sonroja un poco, las proporciones son muy llamativas princiṕal mente esa zona, nunca vio algo tan pero tan grande, su ex esposo ni a la mitad le llega ─Por Dios ─murmuró bajito, ignorando esa soñar chequea el cuerpo del hombre, todo esto bien, lo único es la herida y nada más, se levanta aún con el niño a su lado, busca una almohada y sábana, la pone en un lado, busca una cubeta con agua además de un paño, con cuidado limpia el cuerpo, se sonroja al tener que limpiar esa área,su cara parece un tomate.

Cuando termina lo acomoda como puede, lo arropa y se aleja un poco, mira el niño que nunca la soltó ─Vez nada nos pasó ─el niño no dijo nada ─Por cierto Mauro ¿dónde están tus padres?

─Mamá está junto a los demás miembros preparando las cosas para el invierno, papá y los demás machos se están casando.

Lia hace nota mental, tiene que cosechar lo que pueda, casi casi está por comenzar el invierno, ha sido un poco difícil para ella sola ya que al no tener mucho conocimiento sobre el tiempo se le escapan. La suerte que tiene muchas cosas, pero le falta aún.

Los días fueron pasando, Mauro se fue con sus padres, tuvo que conversar  con el niño para que no dijera nada a sus padres, no quiere juzgar a nadie si conoce primero.

Mientras los días pasan, Lía nota que el hombre ha estado mejorando poco a poco, lo ha estado alimentado con comida líquida, o mejor dicho sopa, algunas frutas la hace jugar, con una cuchara le da la comida, no quiere que muera por falta de alimento. Todos los días limpia ese gran cuerpo, en ocasiones se pone muy nervioso al ver como esa cosa toma vida, es demasiado grande.

Hoy no ha sido diferente, ella con un paño limpia el musculoso cuerpo.

⬤⬤⬤⬤

Siente algo húmedo en su cuerpo, hace un a mueca por la incomodidad de su herida, trata de organizar sus pensamientos, de pronto él siente una mano acariciar su mejilla, una dulce y agradable voz escucha.

─¿Cuándo despertarás grandote? ─él escucha como ella suspira ─tienes que comer, no puedo alimentarte así, eres muy grande y me imagino que comerás un montón, así que por favor despierta así puedo saber que estás mejor.

Su corazón late con fuerza, nadie nunca en su vida se había preocupado por él, ni siquiera su gruñón padre.

Trata de organizar sus pensamientos, había sido atacado mientras buscaba alimento para su manada, todo fue muy sorpresivo, fue atacado por desterrados, salió herido por qué estaba protegiendo las presas que tomó para su manada, ya que la tiempos duros del invierno se acerca.

El podía con todos
ellos, pero los alimentos estaba primero, al final dejo la presa en los límites de su manada y salió a pelear, al final los mató a todos, aún así salió lastimado causando que este inconsciente por varios días, lo deben de estar buscando, aunque lo duda mucho que lo busquen.

Abre sus ojos, la mujer de agradable voz no esta a su lado, observa el lugar con cuidado, huele agrable con un toque de olor a medicina, se sienta y nota que ella está en la cocina, es una mujer redonda, bajita, con cabello muy largo negro como la noche, es muy hermoso.

Obserba todo de ella, queda fascinado, su tonto, malévolo y solitario corazón no puede dejar de latir, ella se da la vuelta y lo mira, observa esos ojos negro como el abismo. ella le sonríe, eso es sorprendente-

─Hola extraño

─H..o..l..a.

Esta vez si es amor +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora