10

868 89 4
                                    

Desde ese día varias cosas cambiaron.

Para lia todo se comenzó a complicar, ambos machos invaden su espacio personas, ocasionando que tenga mucho deseo sexual, su centro paraba mojado, eso ocaciones que se escapara el baño o habitación.

Cada vez que  pasa eso ambos machos solo sonrien, de alguna forma es una tortura para los tres pero a la vez es existente ver cómo ella se pone nerviosa con ambos, les encanta como ella se tranca y se complace, cuando sale ambos pueden olor la esencia en ella.

Lia maldice, estos hombres son dinamita, no entiende cómo las cosas llegaron a esto.

Solo han pasado meses desde que ellos llegaron, al principio todo era tranquilo, se la pasaban hablando de cualquier cosas y la acompañaban hacer cualquier cosas, todo había sido con respecto, sin embargo cuando el invierno comenzó un poco más fuerte la situación cambió, ellos comenzaron a invadir su espacio personal, no negara que le encanta así que no puede decir lo contrario, sin embargo para ella es difícil, se quiere acostar con ambos y tiene sentimientos por ambos.

No puede elegir a uno.

La primavera llegó, ahora es más cálido, por fin Lia puede ir a bañarse en el río, extraña hacerlo todo los días, sonríe mira a su lado y no hay nada, con cuidado se quita la ropa entra al río y suspira con gusto ─Dios extrañaba esto.

Comenzó a nada.

A lo lejos cuatro pares de ojos estaba respirando muy forzado, ambos maldecían, se habían convertido en acosadores de la candente mujer de talla grande.

─¿Qué hacemos? ─preguntó Jack acomodando a su amigo.

Osvaldo no pestañea, no podía dejar de mirar a la hermosa mujer que está mando en el río ─Vamos, ya no aguanto más, necesito que sea mía  ─gruñó con deseo.

Ambos van directo hacia el río, se maravillan al ver como la espléndida y redonda mujer sale del agua.

Lia queda en shock al ver como ambos hombres están frente a ella, hasta que se recuerda que está completamente desnuda. Rápido busca su ropa y sale corriendo.

Osvaldo y Jack quedan embelesados, cuando vieron que ella salió corriendo rápido corren hacia ella, cuando la alcanzaron se colocan delante de ella.

—Chicos… yo —no sabia que decir, ella tiene la mente en blanco, esta completamente desnuda frente a ellos.

—Lia — la llamaron al mismo tiempo, su cuerpo tiembla al escuchar la voz ronca de ambos.

Lia solo puede mirarlos, no sabe qué hacer.

Osvaldo la carga como un saco de papas, le pega un grito por la repentina acción.

—Osvaldo — gritó lia —peso mucho.

Osvaldo le da una nalgada, lia abre los ojos en grande, nunca le había hecho algo así.

—No pesas nada linda, ni siquiera siento algo pesado en ti —dijo Osvaldo con una media sonrisa.

Lia levanta la vista, abre sus ojos al ver como Jack la está observando con lujuria, se pone nerviosa, da a entender que ella sería el almuerzo de estos dos hombres lobos.

Cuando llegan a la cabaña, Osvaldo acuesta a Lia en la cama, está se arropa con las sábanas, ella mira ambos hombres.

─Por favor salgan, me cambiaré de ropa ─lia baja la cabeza, está nerviosa, en su parte íntima esta mojada, le había encantado como Osvaldo la llevó a lo bruto, como le había pegado una nalgada y la mirada de Jack llena de lujuria, todo eso fue para ella.

Ambos hombres no dejan de mirarla, como si ella fueran un pedazo de carne muy jugoso, traga fuerte, no entiende cómo se llegó a este, ella, ella misma nunca había estado en una situación de esta magnitud.

Desde que tiene uso de razón, otros siempre han decidido por ella, otros decidieron que es supuestamente lo mejor, sin embargo sólo residió rechazo y odio, su esposo solo la violaba, la golpeaba, llegó a tal punto que la amante de él llegó a vivir con ellos, ni cuando sus hijos nacieron el se detuvo mejor dicho, cuando sus hijos crecieron el maltrato fue peor, a tal punto que su corazón se partió a día a día, cuando recibió esa noticia que cambió su vida, no sabe si había tomado la decisión más cobarde o que, pero de lo que sí está segura es que no se arrepienta de haberla tomado.

Si no lo hubiera hecho no estaría en esta situación.

─Oh mierdad ─maldice Lia, Osvaldo y Jack se desnudan frente de ella, y hay dos pistolas apuntando, no sabe si subir sus manos o abrir sus piernas.

A la mierdad todo, disfrutará al completo está nueva oportunidad de vivir.

Esta vez si es amor +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora