Quedarme a tu lado

Quedarme a tu lado - Final

Diciembre 2024

Hola, perdón que no pueda llamarte para contarte lo que ha pasado desde que me fui de Bangkok, justo ahora no se si puedo expresar lo que siento sin que la voz me traicione y termine gritando de rabia, incluso escribir este correo me cuesta trabajo.

No creo que tenga que explicarte cómo me siento, seguro aún recuerdas aquella vez en que volví a casa empapada y me encerré en mi habitación por toda una semana. Casi no comía y no quería hablar con nadie. Tú velaste por mi todas las noches hasta que por fin abrí la puerta y te conté lo que me había hecho Samai. Me metiste a la regadera y me bañaste como cuando era niña, después secaste mi cabello con ternura y me abrazaste hasta que me quedé dormida. Pensaste que me repondría rápido, pero en cambio pasé semanas sin poder dormir ni salir a la calle. Lo siento mamá, sé que tú también sufriste al verme en ese estado. Por esa razón no puedo regresar a Bangkok, desearía refugiarme en tus brazos de nuevo, pero no quiero que vuelvas a pasar por lo mismo, no quiero que me veas derrotada porque esta vez el dolor es mil veces peor.

Luego de mi ruptura con Samai prometí no volver a caer así por nadie. No demostrar mis sentimientos fue la mejor defensa que encontré para que no pudieran lastimarme, pero entonces apareció ella. Todavía me parece increíble pensar que me enamoré de una chica. Solo tú conoces el miedo que sentí cuando mis sentimientos fueron cambiando, cuando no entendía porque me daba rabia verla con otra chica y terminaba desquitándome con ella. Pero Aoom fue tan paciente y cariñosa conmigo que no le importaron mis cambios de humor, continuó siendo amable, enamorándome día con día. Pienso en eso y no te culpo por haberle tomado cariño tú también, después de todo ella me devolvió la sonrisa que pensaste que había perdido.

Por eso me duele tanto lo que hizo, porque yo luché contra mis miedos, contra los códigos que me había impuesto y abandoné mis sueños solo por ella. Una parte de mi entiende porque eligió su carrera y no a mí, sé que su vida ha sido más difícil que la mía, sin embargo, me duele pensar que después de todo, no fui suficiente para ella.

No sé cuánto tiempo estaré lejos, yo espero que el necesario para poder olvidar. Tal vez en unos días más tenga la fuerza para poder llamarte, mientras tanto no te preocupes por mí, y por favor, aunque le tengas mucho cariño a Aoom, no le digas donde estoy. La amo tanto que tal vez sería capaz de perdonarla y no quiero hacerlo.

Meena Rina.

Mi pecho subía y bajaba con desesperación cuando terminé de leer la carta que Ramida me entregó. Parpadeé y las lágrimas que había estado conteniendo cayeron libres al suelo de mi oficina.

— ¿Cuándo le entregó esto? —Le pregunté señalando la carta que aún temblaba entre mis manos.

— Una semana después de que la dejaste en el aeropuerto me llegó a mi correo.

— Eso fue... hace cinco meses.

— Dude mucho en entregártela, seguro entiendes por qué.

Cinco meses habían pasado desde el día en que dejé a Meena en el aeropuerto, no era mucho tiempo, aunque para mi había sido una eternidad. No tuve noticias de ella por supuesto, Meena se fue diciendo que no deseaba volver a verme y yo intenté seguir con mi vida, sin mucho éxito claro.

Al final decidí no firmar aquel contrato que me propuso Nawat esa noche en mi departamento, sin embargo acepté encargarme de la dirección nacional del concurso de Miss Grand. El jefe me había dado la libertad para tomar decisiones y hacer todos los cambios que quisiera. Con respecto a mi carrera musical, por ahora estaba detenida, preparar el concurso nacional requería mucho tiempo y además, yo no tenía ánimos para subirme a un escenario y cantar. Pero mi vida, aparentemente estable y privilegiada, estaba muy alejada de la realidad. Los fans me acosaban todo el tiempo con el tema de Meena, todos se preguntaban dónde estaba o por qué nos habíamos distanciado. Obviamente ese acoso constante me obligó a refugiarme en el trabajo de escritorio y apartarme de las redes sociales.