A la mañana siguiente no había conseguido pegar ojo, en parte por el temor de revivir la pesadilla de anoche y en otra parte por pensar en el pueblo del que habló Rhys. No tenía intención de irme con ningún pueblo ni nadie hasta que Feyre no volviera a casa.
- Necesitas entrenamiento.- dijo Rhys cortando mi desayuno.
- No gracias.- dije sin prestarle atención y metiendo otra cuchara de gachas en mi boca.
- No era una pregunta, sino una orden de tu lord.- puso sus brazos en la mesa apoyando su cuerpo.
- Yo no responde ante ningún lord.- dije mirándole de reojo.
- Lo harás si quieres estar en mi corte.- Rhysand 1 Neyza 0.
- Muy bien.- dije resoplando.- ¿Y como se supone que lo vamos a hacer?-
- Cassian es el mejor de mi guerreros, él te entrenara.-
- Perfecto.- dije mirando hacia la montaña que se erguía detrás de Rhys.
- Dijiste que ellas ya sabrían de mí.- dije mirando al lord.
- Las bellatoras, así las llaman, son todas mujeres.- Por lo visto, podéis canalizar la energía entre vosotras hasta encontraros.-
- Entonces... soy un peligro para tu preciosa ciudad oculta.- dije atando cabos. Si conseguían encontrarme, encontrarían Velaris, la ciudad que con tanta ferocidad y sacrificio Rhysand había intentado mantener oculta del mundo.
- Las reinas mortales ya conocen este lugar, por lo cual Hybern también, no hay nadie más que me preocupe.- dice y sus palabras suenan a derrota absoluta.
- Entiendo, ¿vendrán a buscarme?-
- Es muy probable.- contesta él.
- Ya están aquí.- dice Azriel que aparece detrás de Cassian y Rhys.
Los tres salen rápido hacia la entrada de la casa. Me levanté despacio y asomé la cabeza por el pasillo. Los tres grandes cuerpos no me dejaban ver lo que había detrás, pero me llegó la voz de una mujer.
- Puedes salir, no comemos.- dijo una voz dulce, pero dura.
- A menos que quieras.- dijo otra algo mas grave. Reuní el valor de asomarme para ver a dos mujeres, la que se encontraba frente a Rhys era una pelirroja de metro ochenta y la otra era rubia y mediría metro sesenta.
- Yo soy Reyna.- dijo la pelirroja.- Soy la guerrera madre y ella es Cat, mi segunda.- la rubia inclinó la cabeza mirándome de arriba a abajo.
- Yo soy...-
- Neyza, lo sabemos.- dijo Reyna.
- ¿Cómo?- pregunté atónita.
- Lo percibimos.- soltó Cat sin más como si fuera lo más obvio del mundo.
- Muy bien señoras siento haberos hecho perder el tiempo viniendo hasta aquí, Neyza es una súbdita de la corte Noche y como su lord no puedo permitir que os la llevéis.- dijo Rhysan que estaba clavado en su sitio.
- Sabes igual de bien que yo que los habitantes del Medio no nos regimos bajo la disposición de las cortes ni sus lores Rhysand.- dijo Reyna sin despegar sus ojos de mí.- Ella es una bellatora, tiene que venir con nosotras.-
- No permitiré que os la llevéis.- dijo Azriel haciendo que pequeñas sombras salieran de debajo de sus pies.
- Tranquilo cantor de sombras.- dijo Cat colocándose en posición defensiva.- Aunque me encantaría darte una buena paliza.-
- Inténtalo.- soltó Azriel alzando su barbilla.
- No podemos dejarla aquí, sin embargo, estoy dispuesta a traerte de vuelta si cuando llegues deseas regresar.- dijo Reyna. Había algo en sus ojos que me inclinaban a decir que sí, me sentía como si tuviese a mi madre de vuelta a la vida. O al menos como suponía que debía de sentirse el corazón al tener a tu madre contigo, ya que mi madre nunca fue una buena.
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UNA CORTE DE VIDA Y AMOR [AZRIEL]
FanfictionNeyza es la hermana mayor de las Archeron, aunque solo sea por nacer unos minutos antes que su hermana melliza Nesta. Siempre ha sido la más protectora de sus hermanas y, aunque siempre ha querido lo mejor para ellas, no siempre ha tomado las decis...